La introducción al blog especifica que comprende, entre otras, "ética en el contexto actual". Encuentro que además de hablar de cuestiones de derechos humanos, trato mucho el tema de la sexualidad. Pero no es de extrañar. Estamos en una sociedad que vende el sexo como sinónimo de felicidad. Bien nos advierte Pedro en I Pe 5,8 que Satanás es como león rugiente buscando devorar a su presa y Jesús en Jn 8,44 lo define como el padre de la mentira.
Lo que vende el mundo son ofensas a la castidad, o dicho de otra manera impureza. ¿Por qué es importante para Satanás la impureza? Lo cierto es que no es posible ver a través de agua turbia. Y en cuestiones espirituales no es posible ver el amor de Dios a través de la impureza. Una vez eres impuro, no te será claro el bien y el mal y quedas en manos del mundo y sus tentaciones, sin entender por qué te hacen mal.
Transcribo los numerales correspondientes a las ofensas a la castidad del Catecismo de la Iglesia Católica:
Lo que vende el mundo son ofensas a la castidad, o dicho de otra manera impureza. ¿Por qué es importante para Satanás la impureza? Lo cierto es que no es posible ver a través de agua turbia. Y en cuestiones espirituales no es posible ver el amor de Dios a través de la impureza. Una vez eres impuro, no te será claro el bien y el mal y quedas en manos del mundo y sus tentaciones, sin entender por qué te hacen mal.
Transcribo los numerales correspondientes a las ofensas a la castidad del Catecismo de la Iglesia Católica:
2351 La lujuria es un deseo o un goce desordenados del placer venéreo. El placer sexual es moralmente desordenado cuando es buscado por sí mismo, separado de las finalidades de procreación y de unión.
2352 Por masturbación se ha de entender la excitación voluntaria de los órganos genitales a fin de obtener un placer venéreo. “Tanto el Magisterio de la Iglesia, de acuerdo con una tradición constante, como el sentido moral de los fieles, han afirmado sin ninguna duda que la masturbación es un acto intrínseca y gravemente desordenado”. “El uso deliberado de la facultad sexual fuera de las relaciones conyugales normales contradice a su finalidad, sea cual fuere el motivo que lo determine”. Así, el goce sexual es buscado aquí al margen de “la relación sexual requerida por el orden moral; aquella relación que realiza el sentido íntegro de la mutua entrega y de la procreación humana en el contexto de un amor verdadero” (Congregación para la Doctrina de la Fe, Decl. Persona humana, 9).
Para emitir un juicio justo acerca de la responsabilidad moral de los sujetos y para orientar la acción pastoral, ha de tenerse en cuenta la inmadurez afectiva, la fuerza de los hábitos contraídos, el estado de angustia u otros factores psíquicos o sociales que pueden atenuar o tal vez reducir al mínimo la culpabilidad moral.
2353 La fornicación es la unión carnal entre un hombre y una mujer fuera del matrimonio. Es gravemente contraria a la dignidad de las personas y de la sexualidad humana, naturalmente ordenada al bien de los esposos, así como a la generación y educación de los hijos. Además, es un escándalo grave cuando hay de por medio corrupción de menores.
2354 La pornografía consiste en sacar de la intimidad de los protagonistas actos sexuales, reales o simulados, para exhibirlos ante terceras personas de manera deliberada. Ofende la castidad porque desnaturaliza la finalidad del acto sexual. Atenta gravemente a la dignidad de quienes se dedican a ella (actores, comerciantes, público), pues cada uno viene a ser para otro objeto de un placer rudimentario y de una ganancia ilícita. Introduce a unos y a otros en la ilusión de un mundo ficticio. Es una falta grave. Las autoridades civiles deben impedir la producción y la distribución de material pornográfico.
2355 La prostitución atenta contra la dignidad de la persona que se prostituye, puesto que queda reducida al placer venéreo que se saca de ella. El que paga peca gravemente contra sí mismo: quebranta la castidad a la que lo comprometió su bautismo y mancha su cuerpo, templo del Espíritu Santo (cf 1 Co 6, 15-20). La prostitución constituye una lacra social. Habitualmente afecta a las mujeres, pero también a los hombres, los niños y los adolescentes (en estos dos últimos casos el pecado entraña también un escándalo). Es siempre gravemente pecaminoso dedicarse a la prostitución, pero la miseria, el chantaje, y la presión social pueden atenuar la imputabilidad de la falta.
2356 La violación es forzar o agredir con violencia la intimidad sexual de una persona. Atenta contra la justicia y la caridad. La violación lesiona profundamente el derecho de cada uno al respeto, a la libertad, a la integridad física y moral. Produce un daño grave que puede marcar a la víctima para toda la vida. Es siempre un acto intrínsecamente malo. Más grave todavía es la violación cometida por parte de los padres (cf. incesto) o de educadores con los niños que les están confiados.
Algunas aclaraciones:
Desordenado significa que no está bajo el dominio (las órdenes) de uno mismo.
Venéreo significa "relativo o concerniente al place sexual".
De la masturbación, muchos nos justificamos diciendo que no le hacemos daño a nadie, no obstante, el daño es amplio y duradero. La venérea masturbación requiere de la fantasía sexual, por eso masturbación y pornografía van juntas. Dicha fantasía lleva a exigir de la pareja real comportamientos irreales, generando disconformidades que atentan contra el verdadero significado del amor y la sexualidad como entrega mutua (don de sí a la pareja). Los psicólogos dicen que alrededor del 70% de las separaciones matrimoniales tienen asociada la pornografía. Un camino cierto para llegar a la incapacidad de crear y mantener relaciones estables de pareja son estas ofensas contra la castidad. Por el contrario, si buscas una relación estable y feliz, evita a toda costa la pornografía y la consecuente masturbación. Sólo Dios es capaz de borrar las imágenes pornográficas impresas profundamente en la mente. Obsérvese que ambas ofensas las califica el Catecismo de 'graves'.
De la lujuria y la fornicación ya se ha hablado abundantemente en otras entradas.
La prostitución y la violación van mucho más allá de un pecado sexual comprendiendo en realidad un abanico completo de pecados.