Resumen del Joven de carácter de monseñor Thihámer Tóth.
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Todo joven se pregunta -Vida, ¿qué me darás?, ¿qué es lo que me espera? - Y la vida le devuelve la pregunta como la tierra al campesino: -Depende de lo que me des. Recibirás tanto cuanto trabajes y cosecharás conforme hayas sembrado-
El valor del ser humano no depende de la fuerza del entendimiento, sino de su voluntad.
Primero deberás adquirir ideales y principios, después, el segundo deber, ya más difícil, es forjar el carácter.
Tiene carácter aquel que permanece firme en sus ideales y principios, aun cuando esta perseverancia fiel exija sacrificios. Es decir, el carácter es un modo de obrar siempre consecuente con los principios firmes que se tienen e implica constancia de la voluntad para alcanzar el ideal reconocido como verdadero.
La educación consiste en inclinar la voluntad del ser humano de suerte que en cualquier circunstancia se decida a seguir sin titubeos y con alegría el bien.
Quien es libre según el cuerpo, pero tiene atada su alma, es esclavo; quien está exento de mal en el alma, es un hombre libre, aunque tenga el cuerpo encadenado. La felicidad está en ti, en la libertad verdadera, en el absoluto dominio de ti mismo, en la posesión de la satisfacción y la paz.
Por ello no has de luchar contra toda regla o norma – eso sería libertinaje, desenfreno – sino sólo contra los obstáculos – pasiones, inclinaciones – que se oponen al libre desenvolvimiento del carácter. Si nos atamos a las normas no es para contrariar nuestra libertad, sino para dirigir y asegurar su recto crecimiento. Solo poseemos aquello de lo que podemos privarnos.
No es independencia el desorden, el emanciparse de toda ley, sino la independencia interior, el dominio de sí mismo, el dominio contra la desgana, el desaliento, el capricho y la pereza.
Vivir en las órdenes, las normas y el deber cotidiano es medio para vencer la propia comodidad, el mal humor, los caprichos, la superficialidad y la inconstancia.
Llamamos egoísta a aquel que no comprende que hay millones y millones de hombres con quienes tener atenciones.
Qué otro fin pretende el ejercicio de la voluntad sino prestar una ayuda sistemática al espíritu en la guerra de la libertad, guerra que se ha de sostener contra el dominio tiránico del cuerpo.
Así que la primera condición del carácter es la guerra contra nosotros mismos para poner orden en el salvaje entramado de las fuerzas instintivas.
Todos los seres humanos, por muy materialistas que sean, elogian al hombre en quien el espíritu triunfa sobre la materia.
Quien vive con entereza sus convicciones, despreciando la ironía y el respeto humano – el qué dirán de los demás- es un hombre de carácter.
Los obstáculos para la formación del carácter son la pasión o defecto dominante; la falta de paciencia con la propia educación; el miedo a qué dirán; y la falta de conocimiento de sí mismo.
La vida agitada hace que el ser humano no disponga nunca de ratos de silencio, de reflexión o de desarrollo de su espíritu. No se conoce y no puede ir creciendo en el espíritu.
En el alma, pues, hay una lucha continua entre el bien y el mal. Apenas contábamos cinco o seis años y ya sentíamos los primeros movimientos del enemigo. Sentimos algo en nosotros que nos impulsaba hacia el mal. Un peso de plomo que trata de hundirnos en el abismo sin fondo de la ruina moral. Una terrible herencia, la inclinación al mal, consecuencia del pecado original.
El criminal va adquiriendo fuerzas en nuestro interior por sí mismo y crece, aunque no lo cuidemos; pero para ser santo es necesaria una labor perseverante y ardua en la educación de nosotros mismos.
De quien no se priva de una cosa lícita no se puede esperar que rehúse todas las prohibidas. Sin sacrificio ni abnegación no se puede lograr nada grande en esta tierra.
En la vida todo el mundo hace sacrificios, la diferencia estriba tan sólo en el motivo por el que lo hacen. Por ejemplo, el avaro vive miserablemente, sacrificándose por ahorrar; para este fin ahoga todos sus deseos, vive sin alegrías y sin amigos.
La pasión en sí misma no es mala, tan sólo lo es la desenfrenada. La formación del carácter no exige que extirpemos nuestras pasiones, sino que las convirtamos en aliadas. Por tanto, no sigamos sus consejos, porque la pasión puede ser mala consejera, pero aprovechemos sus fuerzas, pues son resortes poderosos si se emplean bien.
El carácter brota del trabajo metódico, perseverante y formativo. Hay que pensarlo bien, emprenderlo con tesón y perseverar con constancia.
Todo es capaz de soportar el hombre, excepto un bienestar continuo.
Las enormes fortunas no ha podido amontonarlas un solo hombre. Muchos obreros y empleados las regaron con su sudor, por lo mismo, se debe invertir bastante de tales fortunas en el bien común.
La modestia en los deseos ya es una fuente de ganancia. La austeridad en el gasto educa el carácter y aumenta el sentimiento de independencia, mientras que el derroche induce a la ligereza y la ruina.
Uno de los primeros medios para el robustecimiento de la voluntad es precisamente el trabajo que obliga al esfuerzo continuo y minucioso. Quien trabaja no tiene tiempo de estar descontento, de rebelarse contra su suerte. Aún más: el trabajo nos absorbe y hasta nos hace olvidar las pequeñas molestias y preocupaciones de la vida.
Corre un gran riesgo el que fácilmente aprende: -Yo no tengo que estudiar, tengo talento – Pero el talento no es una ciencia, sólo es el medio para alcanzarla. Y muchos jóvenes de buenas cualidades fracasan porque no hacen fructificar el talento que Dios les ha dado.
Los sentimientos, la imaginación y el temperamento ejercen gran influencia sobre la voluntad. Como es casi imposible dominarlos por completo, la voluntad del hombre no goza de plena libertad.
Muchos crímenes, discordias, peleas, envidias, ofensas, riñas, no provienen de una mala voluntad, sino de una voluntad débil, no ejercitada en dominar los sentimientos intensos.
¿Te pisa alguien el pie? No saltes enfadado, sino di para tus adentros – A costa de este dolor seré capaz de dominarme más a mí mismo – Ser dueño de tus propios sentimientos, sin dejarse arrastrar por ellos, es el grado más alto de la perfección espiritual.
La falta de memoria proviene por lo común de una voluntad indisciplinada.
Ejercítate cada día en vencerte a ti mismo, aunque sea sólo en algo insignificante, y así, tras un ejercicio de años, alcanzarás una fuerte voluntad.
Los romanos llamaban Virtus tanto a la virtud como a la fuerza, esto significa que no hay virtud sin esfuerzo.
Tanto adelantarás en el bien cuanto sepas dominar tu voluntad.
Blog que incorpora apologética (defensa de la fe), ética en el contexto de la sociedad actual y, en general, formación.
lunes, 28 de octubre de 2019
lunes, 14 de octubre de 2019
Una critica de cine
Esta semana fui a ver una película, Ad astra que en español significa Hacia las estrellas. Soy aficionado de alguna manera a la ciencia ficción , y por eso quise ir a verla, si bien poco voy a cine. Me llamó la atención que no ha generado mayor reacción en los medios y la razón está en lo que encontré en un blog cuando estuve averiguando previamente acerca de la película. El autor de la entrada, que leí con atención, hace una reflexión acerca de la película e intenta mostrar que independientemente de la intención del guionista, la película habla sobre Dios y desde un punto de vista cristiano. Eso me acicateó el deseo de ir a verla, pero a su vez me explicó la falta de atención por parte de los críticos. Me corroboró que ese hablar de Dios es cierto y no pasó inadvertido para los directivos de los medios de comunicación. Hablar de Dios está prohibido.
El blog argumenta que el padre del protagonista representa a Dios Padre que no se congracia con el pecado del mundo y está enviando un castigo a la humanidad. Ahí es donde entra a jugar la intermediación del protagonista, el hijo. Éste representa a Dios Hijo como intermediario ante Dios Padre y que en un momento dado se sacrifica por nosotros. También argumenta que en cierta manera habla acerca del Silencio de Dios que fue tratado por la película Silencio.
No estoy de acuerdo con la interpretación. Pienso que la película habla sobre nuestra manera de relacionarnos con Dios. Estoy de acuerdo en que diferentes escenas de la primera mitad invitan a darse cuenta de ello: la oración de los navegantes interplanetarios para que San Columbus los proteja, la oración claramente cristiana cuando lanzan al espacio a uno de los tripulantes que fallece o la anotación del padre del protagonista cuando en un email que le envía años atrás, antes de desaparecer en el borde del sistema solar, le menciona que en el espacio profundo se siente más viva la presencia de Dios.
A partir de aquí voy a revelar parte del desarrollo de la película. Si no la ha visto y desea verla, vuelva a este punto después de hacerlo.
El protagonista es un astronauta militar un poco autista. Esta particularidad es la que le permite mantener la sangre fría aún en los momentos más difíciles. Pero también le ha impedido establecer vínculos afectivos con otros. El caso más patente es el rompimiento con su esposa. No le es posible expresar su afectividad. El caso es que llega a manos del protagonista un video no revelado al público en que el padre de éste, el capitán de una misión espacial científica, confiesa haber asesinado a buena parte de la tripulación por haber querido ésta regresar a La Tierra a pesar de no haber concluido el objetivo de la misión. Tal vez por ello hacen mención a un tal “San Columbus” en escena previa ya comentada, recordando las dificultades de Cristóbal Colón con sus marineros en un viaje al borde del océano Atlántico. Tal revelación desgarra al protagonista que comprende el horror de tal afirmación: su padre puso por encima de la vida de las personas el objetivo misional.
Las cosas se dan para que el hijo viaje hasta el borde del sistema solar a encontrarse con el padre y traerlo de vuelta a La Tierra. En el fondo, se trata del enfrentarse del hijo al fantasma de su padre al que no ve hace treinta años y al que creía muerto. En el encuentro entre padre e hijo nos enteramos que hubo una segunda lucha entre los miembros de la misión y que sólo queda vivo el capitán, es decir, el padre del protagonista. Todos los tripulantes han muerto. La continuidad de la misión lo exigía. La locura del padre se mantuvo a lo largo de más de diez años...
La misión científica tenía como objetivo escanear los sistemas solares del universo conocido buscando señales de vida inteligente extraterrestre. El problema que originó el discurrir de la película fue que el último combate entre padre y rebeldes ocasionó daños que están enviando tormentas eléctricas hacia el interior del sistema solar que afectan al planeta Tierra poniéndolo en peligro de extinción. Para el padre el problema es que la misión no encontró ninguna señal de vida externa al sistema solar y no le gusta. Cree que es un error, desea permanecer y seguir buscando. Su discurso habla sobre el avance de la humanidad y que unos cuantos individuos no deben entorpecer dicho progreso. El hijo se encarga de cumplir su misión: destruir la nave, la cual genera las tormentas eléctricas. Este punto es el que lo convierte en un redentor de la humanidad. Convence al padre de regresar argumentándole que no descubrir ninguna señal de vida en el universo conocido es un hallazgo científico importante que ya hizo valiosa a la misión. Este giro aparentemente es una forma de ir cerrando el tema, pero no. Es un tema filosófico. Estar sólos en el Universo nos lleva a pensar más enfocadamente en nuestro creador, y en las preguntas fundamentales, ¿quiénes somos? y ¿cuál es nuestra misión?
Pasando de una nave a otra, antes de que ésta explote por causa de una bomba nuclear que está en cuenta regresiva, el padre trata de soltarse del hijo y quedar flotando en el espacio para morir allí. Lo que es importante para la película es la angustia del hijo, primero no queriendo soltar al padre, pero luego dándose cuenta que debe soltarlo. No es sólo un soltarlo físico. Es el momento de soltarlo psicológicamente. De liberarse de la presencia de ese fantasma con el que cargó durante treinta años.
En el viaje de regreso nos explican que el hijo copió en un disco duro todos los datos recopilados por su padre acerca de miles de planetas regados por todo el universo. En el largo viaje de regreso a La Tierra medita sobre la ceguera de su padre: buscando una cosa no fue capaz de ver lo grandioso y hermoso de la creación.
Una vez en La Tierra, la experiencia liberadora de soltar a su padre lo lleva a iniciar una nueva lucha, enfocar su autismo para aislar el ruido y concentrarse en lo esencial: en disfrutar de los sencillo y en amar y ser amado.
Mi interpretación, a diferencia de la ya citada, es que el padre representa a los humanistas, aquellos científicos, políticos y poderosos que dicen amar a la humanidad, pero que desprecian a los individuos. Aquellos cuya soberbia científica les impide sorprenderse con el milagro de la vida que brota a borbollones alrededor nuestro. Son los humanistas contra los que ha luchado en todo tiempo la Iglesia. Y el hijo representa a los seres humanos que luchamos por soltarnos de la influencia de éstos humanistas y de nuestra continua lucha interior por aprender a ser un verdadero ser humano. La historia acaba esperanzadora porque el hijo descubre que su misión es aprender a amar y a ser amado. Nos representa a todos y cada uno de nosotros.
El blog argumenta que el padre del protagonista representa a Dios Padre que no se congracia con el pecado del mundo y está enviando un castigo a la humanidad. Ahí es donde entra a jugar la intermediación del protagonista, el hijo. Éste representa a Dios Hijo como intermediario ante Dios Padre y que en un momento dado se sacrifica por nosotros. También argumenta que en cierta manera habla acerca del Silencio de Dios que fue tratado por la película Silencio.
No estoy de acuerdo con la interpretación. Pienso que la película habla sobre nuestra manera de relacionarnos con Dios. Estoy de acuerdo en que diferentes escenas de la primera mitad invitan a darse cuenta de ello: la oración de los navegantes interplanetarios para que San Columbus los proteja, la oración claramente cristiana cuando lanzan al espacio a uno de los tripulantes que fallece o la anotación del padre del protagonista cuando en un email que le envía años atrás, antes de desaparecer en el borde del sistema solar, le menciona que en el espacio profundo se siente más viva la presencia de Dios.
A partir de aquí voy a revelar parte del desarrollo de la película. Si no la ha visto y desea verla, vuelva a este punto después de hacerlo.
El protagonista es un astronauta militar un poco autista. Esta particularidad es la que le permite mantener la sangre fría aún en los momentos más difíciles. Pero también le ha impedido establecer vínculos afectivos con otros. El caso más patente es el rompimiento con su esposa. No le es posible expresar su afectividad. El caso es que llega a manos del protagonista un video no revelado al público en que el padre de éste, el capitán de una misión espacial científica, confiesa haber asesinado a buena parte de la tripulación por haber querido ésta regresar a La Tierra a pesar de no haber concluido el objetivo de la misión. Tal vez por ello hacen mención a un tal “San Columbus” en escena previa ya comentada, recordando las dificultades de Cristóbal Colón con sus marineros en un viaje al borde del océano Atlántico. Tal revelación desgarra al protagonista que comprende el horror de tal afirmación: su padre puso por encima de la vida de las personas el objetivo misional.
Las cosas se dan para que el hijo viaje hasta el borde del sistema solar a encontrarse con el padre y traerlo de vuelta a La Tierra. En el fondo, se trata del enfrentarse del hijo al fantasma de su padre al que no ve hace treinta años y al que creía muerto. En el encuentro entre padre e hijo nos enteramos que hubo una segunda lucha entre los miembros de la misión y que sólo queda vivo el capitán, es decir, el padre del protagonista. Todos los tripulantes han muerto. La continuidad de la misión lo exigía. La locura del padre se mantuvo a lo largo de más de diez años...
La misión científica tenía como objetivo escanear los sistemas solares del universo conocido buscando señales de vida inteligente extraterrestre. El problema que originó el discurrir de la película fue que el último combate entre padre y rebeldes ocasionó daños que están enviando tormentas eléctricas hacia el interior del sistema solar que afectan al planeta Tierra poniéndolo en peligro de extinción. Para el padre el problema es que la misión no encontró ninguna señal de vida externa al sistema solar y no le gusta. Cree que es un error, desea permanecer y seguir buscando. Su discurso habla sobre el avance de la humanidad y que unos cuantos individuos no deben entorpecer dicho progreso. El hijo se encarga de cumplir su misión: destruir la nave, la cual genera las tormentas eléctricas. Este punto es el que lo convierte en un redentor de la humanidad. Convence al padre de regresar argumentándole que no descubrir ninguna señal de vida en el universo conocido es un hallazgo científico importante que ya hizo valiosa a la misión. Este giro aparentemente es una forma de ir cerrando el tema, pero no. Es un tema filosófico. Estar sólos en el Universo nos lleva a pensar más enfocadamente en nuestro creador, y en las preguntas fundamentales, ¿quiénes somos? y ¿cuál es nuestra misión?
Pasando de una nave a otra, antes de que ésta explote por causa de una bomba nuclear que está en cuenta regresiva, el padre trata de soltarse del hijo y quedar flotando en el espacio para morir allí. Lo que es importante para la película es la angustia del hijo, primero no queriendo soltar al padre, pero luego dándose cuenta que debe soltarlo. No es sólo un soltarlo físico. Es el momento de soltarlo psicológicamente. De liberarse de la presencia de ese fantasma con el que cargó durante treinta años.
En el viaje de regreso nos explican que el hijo copió en un disco duro todos los datos recopilados por su padre acerca de miles de planetas regados por todo el universo. En el largo viaje de regreso a La Tierra medita sobre la ceguera de su padre: buscando una cosa no fue capaz de ver lo grandioso y hermoso de la creación.
Una vez en La Tierra, la experiencia liberadora de soltar a su padre lo lleva a iniciar una nueva lucha, enfocar su autismo para aislar el ruido y concentrarse en lo esencial: en disfrutar de los sencillo y en amar y ser amado.
Mi interpretación, a diferencia de la ya citada, es que el padre representa a los humanistas, aquellos científicos, políticos y poderosos que dicen amar a la humanidad, pero que desprecian a los individuos. Aquellos cuya soberbia científica les impide sorprenderse con el milagro de la vida que brota a borbollones alrededor nuestro. Son los humanistas contra los que ha luchado en todo tiempo la Iglesia. Y el hijo representa a los seres humanos que luchamos por soltarnos de la influencia de éstos humanistas y de nuestra continua lucha interior por aprender a ser un verdadero ser humano. La historia acaba esperanzadora porque el hijo descubre que su misión es aprender a amar y a ser amado. Nos representa a todos y cada uno de nosotros.
domingo, 29 de septiembre de 2019
Filosofía realista y antropología personalista
Un tema que me ha guiado en el entender de mi fe ha sido la Teología del Cuerpo de Juan Pablo II. Un sacerdote que estudió el tema afirmó que se basa en una filosofía realista y una antropología personalista.
Alguna intuición de lo que esto puede significar tengo, pero creo que es preferible asentar los conceptos. Lo comparto.
En primer lugar, el tema de la filosofía, el más difícil, sobre todo para quienes no hemos estudiado formalmente el tema. Encontré una entrevista a un pensador católico, Stefano Fontana, que me pareció buena como contexto inicial:
Hay muchas escuelas filosóficas. La filosofía realista es una. Ésta critica la filosofía idealista que deja de referirse “al real ser de las cosas y se convierte en ciencia del ser necesario y posible”[2]. Es decir, a idealismos y concepciones puramente intelectuales que no se sustentan en la realidad. La filosofía realista también se opone a las filosofías escepticistas, aquellas que parten de la duda de que se pueda llegar a conocer la realidad. El relativismo moral es una, pero no la única.
Dentro de la filosofía realista hay dos corrientes que es necesario diferenciar. Berthold Wald, un filósofo católico, las denomina: la interna, aquella que niega que pueda diferenciarse lo que es la realidad y su modo de existencia, en contraste con la metafísica, la que supone una diferenciación entre la realidad y su representación conceptual. Esta última es la filosofía realista en la que se basa la Teología del Cuerpo. Como filosofía, estudia la naturaleza, estructura, componentes y principios fundamentales de la realidad. Parte de Aristóteles y Tomás de Aquino.
Resulta que el personalismo también es una corriente filosófica. Surgió en la Europa de entre la I y II guerras mundiales con el objetivo de ofrecer una alternativa al colectivismo fascista y comunista que buscaba el bienestar social imponiéndose sobre la libertad de la persona, y el individualismo capitalista que olvidaba su aspecto interpersonal[3]. El personalismo considera la persona como un yo y quién, con afectividad y subjetividad, un ser relacional esencialmente social y comunitario, concibiendo a la persona en tres niveles: corpóreo, psíquico y espiritual, con sexo: varón y mujer, y quien le da primacía al amor, la libertad como posibilidad de autodeterminación, un carácter narrativo a su existencia y a la trascendencia como relación con un Tú[4].
Los estudiosos fundan el origen de esta alternativa, en su versión cristiana, en los escritos filosóficos de Dietrich von Hildebrand, filósofo y teólogo católico alemán, y luego en Karol Wojtyła, muy influido por los escritos del primero sobre el matrimonio y la sexualidad[5].
Ahora la antropología. Es la ciencia que estudia al ser humano de una forma integral, tanto sus características físicas como animales como su cultura, que es el rasgo único no biológico[6].
Uniendo ambos conceptos se llega a la antropología personalista, la cual se explicita en el numeral 357 del catecismo de la Iglesia Católica: “Por haber sido hecho a imagen de Dios, el ser humano tiene la dignidad de persona; no es solamente algo, sino alguien. Es capaz de conocerse, de poseerse y de darse libremente y entrar en comunión con otras personas; y es llamado, por la gracia, a una alianza con su Creador, a ofrecerle una respuesta de fe y de amor que ningún otro ser puede dar en su lugar.”
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[1] https://www.vanthuanobservatory.org/esp/el-realismo-liberador-de-la-filosofia-cristiana-entrevista-a-stefano-fontana/
[2] http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0120-00622016000200017
[3] https://proyectoscio.ucv.es/articulos-filosoficos/antropologia-personalista-cuestiones-clave-por-raquel-vera/
[4] Ibid.
[5] Wikipedia Dietrich von Hildebrand
[6] Wikipedia Antropología
Alguna intuición de lo que esto puede significar tengo, pero creo que es preferible asentar los conceptos. Lo comparto.
En primer lugar, el tema de la filosofía, el más difícil, sobre todo para quienes no hemos estudiado formalmente el tema. Encontré una entrevista a un pensador católico, Stefano Fontana, que me pareció buena como contexto inicial:
La teología necesita a la filosofía, que le proporciona las categorías conceptuales para poder seguir adelante. No es verdad, como se dice hoy en día, que la doctrina católica puede ir de acuerdo con cualquier filosofía. La fe necesita la razón, pero no cualquier tipo de razón. Si la teología presta atención a filosofías que son incompatibles con la doctrina de la fe católica, poco a poco también la visión de esta se deforma y, sin darse cuenta, empezará a creer en una fe distinta…. Ciertamente, no hay un solo filósofo que pueda representar a la filosofía compatible con la fe cristiana, porque esta no se sitúa al mismo nivel que ninguna otra filosofía en concreto; pero esto no significa que haya que aceptar el pluralismo ya que, de hecho, este hace que la fe sea indiferente a la razón. Si la fe puede estar de acuerdo con todo tipo de razón, significa que es indiferente a las razones de la razón. De esta manera, se destruye el nexo íntimo existente entre razón y fe, y pensando que somos católicos, en realidad somos protestantes[1].Es decir, la filosofía es importante para la teología, pero si no se quiere desviar el contenido de la revelación tal como lo transmiten las escrituras, la enseñanza apostólica y el Magisterio de la Iglesia, debe elegirse bien el tipo de filosofía que se estudia y en la que se sustenta el intento de explicación mediante la razón de los misterios divinos.
Hay muchas escuelas filosóficas. La filosofía realista es una. Ésta critica la filosofía idealista que deja de referirse “al real ser de las cosas y se convierte en ciencia del ser necesario y posible”[2]. Es decir, a idealismos y concepciones puramente intelectuales que no se sustentan en la realidad. La filosofía realista también se opone a las filosofías escepticistas, aquellas que parten de la duda de que se pueda llegar a conocer la realidad. El relativismo moral es una, pero no la única.
Dentro de la filosofía realista hay dos corrientes que es necesario diferenciar. Berthold Wald, un filósofo católico, las denomina: la interna, aquella que niega que pueda diferenciarse lo que es la realidad y su modo de existencia, en contraste con la metafísica, la que supone una diferenciación entre la realidad y su representación conceptual. Esta última es la filosofía realista en la que se basa la Teología del Cuerpo. Como filosofía, estudia la naturaleza, estructura, componentes y principios fundamentales de la realidad. Parte de Aristóteles y Tomás de Aquino.
Resulta que el personalismo también es una corriente filosófica. Surgió en la Europa de entre la I y II guerras mundiales con el objetivo de ofrecer una alternativa al colectivismo fascista y comunista que buscaba el bienestar social imponiéndose sobre la libertad de la persona, y el individualismo capitalista que olvidaba su aspecto interpersonal[3]. El personalismo considera la persona como un yo y quién, con afectividad y subjetividad, un ser relacional esencialmente social y comunitario, concibiendo a la persona en tres niveles: corpóreo, psíquico y espiritual, con sexo: varón y mujer, y quien le da primacía al amor, la libertad como posibilidad de autodeterminación, un carácter narrativo a su existencia y a la trascendencia como relación con un Tú[4].
Los estudiosos fundan el origen de esta alternativa, en su versión cristiana, en los escritos filosóficos de Dietrich von Hildebrand, filósofo y teólogo católico alemán, y luego en Karol Wojtyła, muy influido por los escritos del primero sobre el matrimonio y la sexualidad[5].
Ahora la antropología. Es la ciencia que estudia al ser humano de una forma integral, tanto sus características físicas como animales como su cultura, que es el rasgo único no biológico[6].
Uniendo ambos conceptos se llega a la antropología personalista, la cual se explicita en el numeral 357 del catecismo de la Iglesia Católica: “Por haber sido hecho a imagen de Dios, el ser humano tiene la dignidad de persona; no es solamente algo, sino alguien. Es capaz de conocerse, de poseerse y de darse libremente y entrar en comunión con otras personas; y es llamado, por la gracia, a una alianza con su Creador, a ofrecerle una respuesta de fe y de amor que ningún otro ser puede dar en su lugar.”
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[1] https://www.vanthuanobservatory.org/esp/el-realismo-liberador-de-la-filosofia-cristiana-entrevista-a-stefano-fontana/
[2] http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0120-00622016000200017
[3] https://proyectoscio.ucv.es/articulos-filosoficos/antropologia-personalista-cuestiones-clave-por-raquel-vera/
[4] Ibid.
[5] Wikipedia Dietrich von Hildebrand
[6] Wikipedia Antropología
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Teología del Cuerpo
sábado, 21 de septiembre de 2019
Las tensiones del mundo actual
El mundo contemporáneo vive una serie de tensiones complejas que se manifiestan en todos los aspectos de la vida. Se puede tomar algo tan cotidiano como la vestimenta para desarrollar una narración de tales tensiones.
Estas tensiones son en realidad una única tensión: la tensión entre las que denominaremos necesidades globales y las individuales. Sea realizado un recorrido por diversas tensiones antes de llegar a la medular.
Un recorrido
Un primer punto a relatar es la tensión entre la cultura global y la cultura local. La globalización permitida por las tecnologías de la información y las comunicaciones tienden a uniformar la cultura. Las celebridades lo son a nivel casi global. Estas celebridades mundiales son principalmente las mediáticas, no los intelectuales ni los científicos, sino los políticos, que vemos en todos los medios de comunicación social, los artistas de los medios del entretenimiento visual – cine, series televisivas y videoclips musicales -, y los de los nuevos medios: influencers en medios como Youtube e Instagram. Estas celebridades aplican discursos que sean entendidos en cualquier cultura, requisito fundamental para tener una audiencia mundial. De esta forma difunden un modo de ver la vida global. Uno de los aspectos de su lenguaje no verbal es que visten acorde con modelos globales. Así que son también modeladores de formas de vestir.
El manejo de marca global de las celebridades, lograda gracias a que la tecnología eliminó la distancia, no es algo que escape a la visión de las marcas. Las marcas, sea en alianza estratégica con la celebridad, sea una marca propia, crean colecciones que son ofrecidas a nivel mundial en cadenas comerciales y puntos de venta especializados. Los consumidores más jóvenes desean imitar a los artistas y deportistas. Los consumidores de más edad imitan la elegancia de políticos para vestir la corbata que exhibirán en sus reuniones ejecutivas.
Para reflejar la tensión recordemos a un conspicuo icono de la conciencia humana: Gandhi. Uno de los símbolos que utilizó él para mover a sus conciudadanos a adquirir una conciencia de identidad nacional fue la de vestir la indumentaria propia de la cultura india, el dhoti. Era rechazar la indumentaria británica. Además, hilaba a mano la tela que usaba para implicar aún más contundentemente el rechazo a los productos británicos.
Otro ejemplo es Rigoberta Menchú quien viste la indumentaria tradicional guatemalteca de los quichés mayas. Recibió el Premio Nobel de la paz en reconocimiento a su lucha por la justicia social y reconciliación etno cultural basada en el respeto a los derechos de los indígenas. Su vestimenta era una reivindicación de ese respeto reclamado. En su discurso exclama: “¡Libertad para los indios donde quieran que estén en América y en el mundo, porque mientras vivan vivirá un brillo de esperanza y un pensar original de la vida!” (Rigoberta Menchú, s.f.) No podemos dejar de recordar la reivindicación del premio Nobel de literatura de 1992, Gabriel García Márquez, al recibir su premio vestido con el liqui liqui, traje de gala propio de los llanos de Colombia y Venezuela.
Son claros ejemplos de la existencia de la tensión entre la cultura global y la local.
Lo local puede que a muchos no le signifique mucho en relación al vestir. Pero sí en relación a la búsqueda de la justicia de los trabajadores de zonas remotas vs. la economía familiar local. Naomi Klein es una periodista, escritora y activista canadiense que crítica la globalización y el capitalismo. En el año 2000 publicó un libro denominado No Logo que, “… para muchos, [es] el manifiesto de los movimientos contra la globalización de las corporaciones privadas” (Naomi Klein, s.f.). En No Logo, Klein además de atacar las estrategias de las grandes empresas que incitan la cultura de masas a través de las marcas, acusa a algunas de tales empresas de explotar a trabajadores del tercer mundo por obtener mayores beneficios. Para el ejemplo, un botón: H&M, una multinacional que comercializa prendas de vestir es denunciada en 2017 por el periódico británico The Guardian por confeccionar sus prendas en Myanmar en fábricas cuyos trabajadores son menores de edad a quienes les pagan la mitad de un salario mínimo (How high street…, 2017). Es sólo una actualización de las denuncias que Naomi Klein realiza en su libro acerca de las marcas globales. La conciencia sobre la justicia de los trabajadores de zonas del mundo en vías de desarrollo hace que los ciudadanos sientan la tensión entre obtener prendas bonitas y baratas o comprar unas más costosas pero que no obtienen su margen de ganancias a raíz de la explotación de trabajadores de países en donde la legislación permite tales perfiles de explotación laboral. Pero no basta con tener la conciencia de la justicia hacia la dignidad de los trabajadores de otras latitudes. El acceso a información acerca del origen de las prendas y las condiciones en que son confeccionadas no es de fácil consecución y por tanto no es fácil saber qué es ético comprar y qué no. Hay asimetría en la publicidad. Klein denuncia que las empresas que comercializan marcas utilizan grandes cantidades de dinero en comercializar estilos de vida y grandes cantidades de esfuerzo en ubicar fábricas en Asia y África donde la manufactura es supremamente barata a costa del bienestar y derechos fundamentales de los trabajadores (Klein, 2001). Hay organizaciones no gubernamentales, como por ejemplo The Global Business of Forced Labour project o Antislavery.org, que denuncian las prácticas no éticas, pero viven de las donaciones y les es vedado acceder a las fábricas para recoger pruebas fehacientes de dichas malas prácticas. Antislavery.org menciona que su trabajo tiene que ver con que “Creemos que las empresas tienen un papel importante que desempeñar para acabar con la esclavitud. No boicoteamos las marcas, pero defendemos que la transparencia de la cadena de suministro y la debida diligencia en materia de derechos humanos son necesarias para eliminar el riesgo de prácticas de explotación.” (Our work on, s.f.)
La anterior tensión no es ajena a otra, también de carácter económico: la del mercado laboral. De nuevo el consumidor es puesto a elegir entre comprar prendas bonitas y baratas o conservar su puesto de trabajo. La revista Gerente Colombia introduce su análisis del sector Confección con la siguiente frase: “La cadena textil-confección ha tenido que enfrentar retos en materia de consumo interno, exportación y, sobre todo, contrabando. En 2017 su producción cayó 8.4% (muy superior al 0.5% en 2016) como resultado de la competencia desleal, el contrabando y los problemas de competitividad” (Competitividad, 2018). Un informe del grupo SURA, editado en el año 2014 dice:
Otra estrategia por la que puede optar un gobierno en su soberanía es la imposición de aranceles. La revista Dinero, coloca como encabezado de un artículo: “El gremio de la confección quiere arancel al 37,9%. La Cámara Colombiana de la Confección y Afines, que agrupa a 70.000 empresas colombianas dedicadas a la producción textil y a la confección, se encuentra sumamente preocupada por la inequidad que según ellos se está presentando en la industria, por cuenta de las confecciones provenientes de Asia y África.” (El gremio de …, 2019) Pero la presión internacional de los países desarrollados hace inviable tal pretensión. No es fácil ejercer la soberanía. Lo que sí permiten es la apertura de zonas económicas especiales, en Colombia denominadas zonas francas, con beneficios fiscales durante un cierto periodo de tal manera que atraigan la inversión extranjera. Espejismo en el que han caído muchos gobiernos, cuando no es que los funcionarios de turno lo han hecho en connivencia ya sea con gobiernos extranjeros, ya sea con multinacionales. Espejismo porque si bien hay algunos casos de éxito, hay muchos otros de fracaso. En artículo del periódico El País, Lotta Moberg, del departamento de Economía de la Universidad George Mason (EE UU), explica que
Una tercera alternativa es la de volver a un patrón de consumo austero como el que se manejaba a mediados del siglo XX. Un artículo del la BBC que investiga quién realmente paga la cuenta de la ropa barata indica que “Los británicos, por ejemplo, compran cinco veces más prendas de las que adquirían en la década de los 80, dice Dharshini David, reportera de economía de la BBC.” (El precio de …, 2019)
La austeridad coloca un dedo en la llaga respecto a una tensión muy presente en los medios de comunicación y las redes sociales: la existente entre el consumismo y la conservación del medio ambiente. El modelo económico promulga que el consumo es el que mueve la economía, crea puestos de trabajo, genera salarios y riqueza. Los productos son diseñados con una obsolescencia programada para obligar la renovación. Las campañas publicitarias promueven colecciones periódicas y modas cada vez más frecuentemente cambiantes. No sólo en las prendas de vestir, pero también en ellas. Los activistas ecológicos tratan de generar conciencia sobre la depredación que se está realizando, forzando a la naturaleza a dar más de lo que puede, generando degradación ambiental, pérdida de diversidad de flora y fauna, fuente de riqueza para generaciones futuras, y poniendo en peligro nuestra subsistencia como especie.
El artículo de la BBC ya mencionado informa que el Comité de Auditoría Ambiental de la Cámara de los Comunes del Reino Unido destacó en un informe reciente que la fabricación de una sola camisa y un par de jeans en algodón puede requerir hasta 20.000 litros de agua. Pero a continuación añade el articulista que “Sin embargo, una camisa de poliéster hecha de plástico virgen tiene una huella de carbono mucho mayor. El transporte de los productos aumenta aún más esa huella y la coloración de las telas puede introducir más contaminantes.” (El precio de …, 2019)
Parece que no hubiera salida. Pero no basta con la descripción y comprensión de los males que aquejan a nuestra sociedad actual. Se deben encontrar caminos que no dejen sinsabor y pesimismo.
La conciencia
El consumismo es una característica de la civilización occidental tal como la entendemos hoy en día. Sólo se controla apelando a la conciencia, como hacen los ambientalistas.
Una entidad occidental de importante influencia internacional para apelar a la conciencia de los individuos es la Iglesia Católica. Desde el punto de vista político tiene status de observador permanente en las sesiones de la Organización de Naciones Unidas y eso les da derecho a exponer su punto de vista en las cuestiones que son debatidas en la Asamblea General. Más de una vez han intentado echarla de la ONU por cuenta de sus posturas, por ejemplo, acerca del aborto (Feministas, 2019). Por otro lado 1,254 millones de personas alrededor del mundo se autodenominan como católicos (Estas son …, 2015), lo cual debería significar que aceptan a la Santa Sede como guía moral de sus comportamientos en lo que respecta a lo trascendente, pero también respecto a cuestiones inmanentes. Es un tema que los no católicos no entienden. En la exhortación apostólica Evangeli Gaudium el Papa Francisco lo explica:
En la exhortación apostólica Evangelii Gaudium el Papa Francisco se extiende acerca del significado de la solidaridad como concepto importante. Escribe: “la palabra «solidaridad» está un poco desgastada y a veces se la interpreta mal, pero es mucho más que algunos actos esporádicos de generosidad. Supone crear una nueva mentalidad que piense en términos de comunidad, de prioridad de la vida de todos sobre la apropiación de los bienes por parte de algunos.” (Francisco, 2014). En realidad, el corpus de propuestas de la Iglesia Católica se llama Doctrina Social de la Iglesia. Además de anunciar y denunciar el estado de las tensiones descritas en la presente entrada del blog, proponen soluciones que surgen principalmente del cambio de comportamientos y actitudes que debemos tener todos y cada uno de los seres humanos.
No existe sólo este compendio de documentos. Hay otras propuestas dadas por otras entidades tal vez menos influyentes y menos espirituales, pero todas pasan finalmente por la interioridad y la reflexión. Las soluciones deben ser vistas a la luz de la ética y el humanismo, materias que han sido suprimidas de los currículos tanto de la educación básica como de los estudios terciarios. Una vez se tiene la luz de un cuerpo de normas que ayudan al “buen vivir” se deben poner en práctica, pero la naturaleza humana tiende al egoísmo y al mínimo esfuerzo.
Es el espíritu humano el que se sobrepone a su naturaleza y sabe abstenerse de bienes inmediatos para lograr bienes futuros, el que logra ser austero en el modo de vida actual en pro del bienestar de sus congéneres presentes y generaciones futuras. Pero implica también educar la voluntad, otro tema que ha sido sacado de la agenda familiar y social. Así que el reto es la reflexión y la autoformación. De otro modo no pasaremos por la vida, sino que la vida pasará por sobre nosotros.
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Referencias bibliográficas
¿Qué pasa en el sector textilero y de confecciones? (14 de agosto de 2017) recuperado el 16 de septiembre de 2019, de https://www.rcnradio.com/economia/que-pasa-en-el-sector-textilero-y-de-confecciones
Competitividad, clave para el repunte (11 de junio de 2018). Revista Gerente. Número 236.
El gremio de la confección quiere arancel al 37,9%. (30 de abril de 2019). Revista Dinero. Recuperado el 16 de septiembre de 2019, de https://www.dinero.com/pais/articulo/camara-colombiana-de-la-confeccion-y-afines-propone-arancel-compensatorio-del-379/270196
El populismo de las zonas francas. (20 de abril de 2015). El país. Recuperado el 17 de septiembre de 2019, de https://elpais.com/economia/2015/04/20/actualidad/1429522015_936312.html
El precio de comprar ropa barata: ¿quién paga realmente la cuenta? (7 de agosto de 2019). BBC. Recuperado el 17 de septiembre de 2019, de https://www.bbc.com/mundo/noticias-49268325
Estas son las cifras oficiales de los católicos en el mundo (17 de abril de 2015). Aciprensa. Recuperado el 19 de septiembre de 2019, de https://www.aciprensa.com/noticias/estos-son-los-numeros-de-los-catolicos-en-el-mundo-segun-anuario-pontificio-2015-40519
Feministas frustradas y disidentes católicos claman por la exclusión de la Santa Sede de la ONU (23 de marzo de 2019). Center for family and Human Rights (C-Fam). Recuperado el 19 de septiembre de 2019, de https://c-fam.org/friday_fax/feministas-frustradas-y-disidentes-catolicos-claman-por-la-exclusion-de-la-santa-sede-de-la-onu/
Francisco. (2014) Evangelii Gaudium. Bogotá. San Pablo.
Hecho con Orgullo. Hecho para progresar: Análisis del comportamiento y oportunidades del sector sistema moda. (septiembre de 2014). Sura.
How high street clothes were made by children in Myanmar for 13p an hour. (5 de febrero de 2017) recuperado el 16 de septiembre de 2019, de https://www.theguardian.com/world/2017/feb/05/child-labour-myanmar-high-street-brands
Klein, N. (2001). Nologo: el poder de las marcas. Barcelona: Paidós.
Naomi Klein (s.f.) recuperado el 16 de septiembre de 2019, de https://es.wikipedia.org/wiki/Naomi_Klein
Our work on supply chains (s.f.) recuperado el 16 de septiembre de 2019, de https://www.antislavery.org/what-we-do/work-supply-chains/
Rigoberta Menchú Tum – Nobel Lecture (s.f) recuperado el 16 de septiembre de 2019, de https://www.nobelprize.org/prizes/peace/1992/tum/26034-rigoberta-menchu-tum-nobel-lecture-1992/
Estas tensiones son en realidad una única tensión: la tensión entre las que denominaremos necesidades globales y las individuales. Sea realizado un recorrido por diversas tensiones antes de llegar a la medular.
Un recorrido
Un primer punto a relatar es la tensión entre la cultura global y la cultura local. La globalización permitida por las tecnologías de la información y las comunicaciones tienden a uniformar la cultura. Las celebridades lo son a nivel casi global. Estas celebridades mundiales son principalmente las mediáticas, no los intelectuales ni los científicos, sino los políticos, que vemos en todos los medios de comunicación social, los artistas de los medios del entretenimiento visual – cine, series televisivas y videoclips musicales -, y los de los nuevos medios: influencers en medios como Youtube e Instagram. Estas celebridades aplican discursos que sean entendidos en cualquier cultura, requisito fundamental para tener una audiencia mundial. De esta forma difunden un modo de ver la vida global. Uno de los aspectos de su lenguaje no verbal es que visten acorde con modelos globales. Así que son también modeladores de formas de vestir.
El manejo de marca global de las celebridades, lograda gracias a que la tecnología eliminó la distancia, no es algo que escape a la visión de las marcas. Las marcas, sea en alianza estratégica con la celebridad, sea una marca propia, crean colecciones que son ofrecidas a nivel mundial en cadenas comerciales y puntos de venta especializados. Los consumidores más jóvenes desean imitar a los artistas y deportistas. Los consumidores de más edad imitan la elegancia de políticos para vestir la corbata que exhibirán en sus reuniones ejecutivas.
Para reflejar la tensión recordemos a un conspicuo icono de la conciencia humana: Gandhi. Uno de los símbolos que utilizó él para mover a sus conciudadanos a adquirir una conciencia de identidad nacional fue la de vestir la indumentaria propia de la cultura india, el dhoti. Era rechazar la indumentaria británica. Además, hilaba a mano la tela que usaba para implicar aún más contundentemente el rechazo a los productos británicos.
Otro ejemplo es Rigoberta Menchú quien viste la indumentaria tradicional guatemalteca de los quichés mayas. Recibió el Premio Nobel de la paz en reconocimiento a su lucha por la justicia social y reconciliación etno cultural basada en el respeto a los derechos de los indígenas. Su vestimenta era una reivindicación de ese respeto reclamado. En su discurso exclama: “¡Libertad para los indios donde quieran que estén en América y en el mundo, porque mientras vivan vivirá un brillo de esperanza y un pensar original de la vida!” (Rigoberta Menchú, s.f.) No podemos dejar de recordar la reivindicación del premio Nobel de literatura de 1992, Gabriel García Márquez, al recibir su premio vestido con el liqui liqui, traje de gala propio de los llanos de Colombia y Venezuela.
Son claros ejemplos de la existencia de la tensión entre la cultura global y la local.
Lo local puede que a muchos no le signifique mucho en relación al vestir. Pero sí en relación a la búsqueda de la justicia de los trabajadores de zonas remotas vs. la economía familiar local. Naomi Klein es una periodista, escritora y activista canadiense que crítica la globalización y el capitalismo. En el año 2000 publicó un libro denominado No Logo que, “… para muchos, [es] el manifiesto de los movimientos contra la globalización de las corporaciones privadas” (Naomi Klein, s.f.). En No Logo, Klein además de atacar las estrategias de las grandes empresas que incitan la cultura de masas a través de las marcas, acusa a algunas de tales empresas de explotar a trabajadores del tercer mundo por obtener mayores beneficios. Para el ejemplo, un botón: H&M, una multinacional que comercializa prendas de vestir es denunciada en 2017 por el periódico británico The Guardian por confeccionar sus prendas en Myanmar en fábricas cuyos trabajadores son menores de edad a quienes les pagan la mitad de un salario mínimo (How high street…, 2017). Es sólo una actualización de las denuncias que Naomi Klein realiza en su libro acerca de las marcas globales. La conciencia sobre la justicia de los trabajadores de zonas del mundo en vías de desarrollo hace que los ciudadanos sientan la tensión entre obtener prendas bonitas y baratas o comprar unas más costosas pero que no obtienen su margen de ganancias a raíz de la explotación de trabajadores de países en donde la legislación permite tales perfiles de explotación laboral. Pero no basta con tener la conciencia de la justicia hacia la dignidad de los trabajadores de otras latitudes. El acceso a información acerca del origen de las prendas y las condiciones en que son confeccionadas no es de fácil consecución y por tanto no es fácil saber qué es ético comprar y qué no. Hay asimetría en la publicidad. Klein denuncia que las empresas que comercializan marcas utilizan grandes cantidades de dinero en comercializar estilos de vida y grandes cantidades de esfuerzo en ubicar fábricas en Asia y África donde la manufactura es supremamente barata a costa del bienestar y derechos fundamentales de los trabajadores (Klein, 2001). Hay organizaciones no gubernamentales, como por ejemplo The Global Business of Forced Labour project o Antislavery.org, que denuncian las prácticas no éticas, pero viven de las donaciones y les es vedado acceder a las fábricas para recoger pruebas fehacientes de dichas malas prácticas. Antislavery.org menciona que su trabajo tiene que ver con que “Creemos que las empresas tienen un papel importante que desempeñar para acabar con la esclavitud. No boicoteamos las marcas, pero defendemos que la transparencia de la cadena de suministro y la debida diligencia en materia de derechos humanos son necesarias para eliminar el riesgo de prácticas de explotación.” (Our work on, s.f.)
La anterior tensión no es ajena a otra, también de carácter económico: la del mercado laboral. De nuevo el consumidor es puesto a elegir entre comprar prendas bonitas y baratas o conservar su puesto de trabajo. La revista Gerente Colombia introduce su análisis del sector Confección con la siguiente frase: “La cadena textil-confección ha tenido que enfrentar retos en materia de consumo interno, exportación y, sobre todo, contrabando. En 2017 su producción cayó 8.4% (muy superior al 0.5% en 2016) como resultado de la competencia desleal, el contrabando y los problemas de competitividad” (Competitividad, 2018). Un informe del grupo SURA, editado en el año 2014 dice:
“En el contexto internacional los productos chinos en el año 2012 representan cerca del 26,8 de las exportaciones mundiales de textiles y el 35,8% de la confección gracias a los bajos precios, mano de obra barata y el uso de tecnología avanzada que permiten la producción a gran escala en menor tiempo. El desempeño del sector [confecciones colombiano] en el contexto internacional dependerá del mejoramiento de las políticas contra la competencia desleal y el contrabando, la reducción en el nivel de los precios internacionales, la variedad en la oferta de los productos ofrecidos, el mantenimiento de calidad de los productos y la reducción de los tiempos de entrega.” (Hecho con Orgullo, 2014).Es un problema que viene de vieja data y por tanto no se pueden considerar coyunturales. Generan pérdida de puestos de trabajo. Por ejemplo, RCN radio transcribe las declaraciones del presidente de la Cámara Colombiana de la Confección en agosto de 2017: “... la crisis del sector textil por cuenta de las masivas importaciones de prendas de vestir a precios irrisorios y el contrabando, que han generado la pérdida de más de 80.000 empleos, se podría agravar aún más en este segundo semestre del año donde la cifra incluso superaría los 150.000 empleos” (¿Qué pasa en …, 2017). Una opción para combatir tal situación es que la población concuerde en apoyar los productos locales. Propaís, una entidad colombiana de carácter mixto, facilita alianzas entre el Gobierno y entidades privadas con el objetivo de fortalecer el desarrollo de las micro, pequeñas y medianas empresas de Colombia, promoviendo políticas, generando información y desarrollando programas. Uno de éstos es la estrategia “Compre colombiano” que busca promover el mercado interno. No es fácil medir su impacto.
Otra estrategia por la que puede optar un gobierno en su soberanía es la imposición de aranceles. La revista Dinero, coloca como encabezado de un artículo: “El gremio de la confección quiere arancel al 37,9%. La Cámara Colombiana de la Confección y Afines, que agrupa a 70.000 empresas colombianas dedicadas a la producción textil y a la confección, se encuentra sumamente preocupada por la inequidad que según ellos se está presentando en la industria, por cuenta de las confecciones provenientes de Asia y África.” (El gremio de …, 2019) Pero la presión internacional de los países desarrollados hace inviable tal pretensión. No es fácil ejercer la soberanía. Lo que sí permiten es la apertura de zonas económicas especiales, en Colombia denominadas zonas francas, con beneficios fiscales durante un cierto periodo de tal manera que atraigan la inversión extranjera. Espejismo en el que han caído muchos gobiernos, cuando no es que los funcionarios de turno lo han hecho en connivencia ya sea con gobiernos extranjeros, ya sea con multinacionales. Espejismo porque si bien hay algunos casos de éxito, hay muchos otros de fracaso. En artículo del periódico El País, Lotta Moberg, del departamento de Economía de la Universidad George Mason (EE UU), explica que
"«La mayor parte de los proyectos se centran en atraer inversiones extranjeras y no en experimentar con reformas que pueden ser aplicadas a escala nacional.» «Al tiempo, muchos hacen demasiado énfasis en los incentivos fiscales y no en realmente dar infraestructuras de calidad y un entorno competitivo. Además, los gobiernos necesitan sacar recursos en forma de impuestos, así que tienen menos dinero para gastar, invertir y, en consecuencia, contratar gente». La falta de recursos se acentúa por la caída en los ingresos tributarios: muchas zonas ofrecen vacaciones fiscales, a veces permanentes” (El populismo, 2015).En el mismo artículo Patrick Neveling, profesor de Antropología Cultural en la Universidad de Utrecht y especialista en el desarrollo histórico de las Zonas económicas especiales dice:
“«Muchos países recurrieron al FMI y al Banco Mundial para rescatar sus economías, y entre las condiciones impuestas estaban las zonas económicas especiales … las empresas [de las zonas económicas especiales] no se hacen cargo del coste social que supone una persona que empezó a trabajar en la maquila a los 15 años y que a los 40 está agotada físicamente y no tiene formación para hacer otra cosa si pierde el trabajo o la empresa cierra»” (El populismo, 2015).También se aclara en el mismo artículo que “La propia OIT alerta de que en muchos casos el efecto neto sobre el empleo es cero: las empresas simplemente trasladan los puestos de trabajo del resto del país a las zonas económicas especiales.” (El populismo, 2015). Aún no siendo un trabajador del sector moda y confecciones el desempleo de los conciudadanos afecta la economía local y por ende la propia. La tensión existe.
Una tercera alternativa es la de volver a un patrón de consumo austero como el que se manejaba a mediados del siglo XX. Un artículo del la BBC que investiga quién realmente paga la cuenta de la ropa barata indica que “Los británicos, por ejemplo, compran cinco veces más prendas de las que adquirían en la década de los 80, dice Dharshini David, reportera de economía de la BBC.” (El precio de …, 2019)
La austeridad coloca un dedo en la llaga respecto a una tensión muy presente en los medios de comunicación y las redes sociales: la existente entre el consumismo y la conservación del medio ambiente. El modelo económico promulga que el consumo es el que mueve la economía, crea puestos de trabajo, genera salarios y riqueza. Los productos son diseñados con una obsolescencia programada para obligar la renovación. Las campañas publicitarias promueven colecciones periódicas y modas cada vez más frecuentemente cambiantes. No sólo en las prendas de vestir, pero también en ellas. Los activistas ecológicos tratan de generar conciencia sobre la depredación que se está realizando, forzando a la naturaleza a dar más de lo que puede, generando degradación ambiental, pérdida de diversidad de flora y fauna, fuente de riqueza para generaciones futuras, y poniendo en peligro nuestra subsistencia como especie.
El artículo de la BBC ya mencionado informa que el Comité de Auditoría Ambiental de la Cámara de los Comunes del Reino Unido destacó en un informe reciente que la fabricación de una sola camisa y un par de jeans en algodón puede requerir hasta 20.000 litros de agua. Pero a continuación añade el articulista que “Sin embargo, una camisa de poliéster hecha de plástico virgen tiene una huella de carbono mucho mayor. El transporte de los productos aumenta aún más esa huella y la coloración de las telas puede introducir más contaminantes.” (El precio de …, 2019)
Parece que no hubiera salida. Pero no basta con la descripción y comprensión de los males que aquejan a nuestra sociedad actual. Se deben encontrar caminos que no dejen sinsabor y pesimismo.
La conciencia
El consumismo es una característica de la civilización occidental tal como la entendemos hoy en día. Sólo se controla apelando a la conciencia, como hacen los ambientalistas.
Una entidad occidental de importante influencia internacional para apelar a la conciencia de los individuos es la Iglesia Católica. Desde el punto de vista político tiene status de observador permanente en las sesiones de la Organización de Naciones Unidas y eso les da derecho a exponer su punto de vista en las cuestiones que son debatidas en la Asamblea General. Más de una vez han intentado echarla de la ONU por cuenta de sus posturas, por ejemplo, acerca del aborto (Feministas, 2019). Por otro lado 1,254 millones de personas alrededor del mundo se autodenominan como católicos (Estas son …, 2015), lo cual debería significar que aceptan a la Santa Sede como guía moral de sus comportamientos en lo que respecta a lo trascendente, pero también respecto a cuestiones inmanentes. Es un tema que los no católicos no entienden. En la exhortación apostólica Evangeli Gaudium el Papa Francisco lo explica:
“Ya no se puede decir que la religión debe recluirse en el ámbito privado y que está sólo para preparar las almas para el cielo. Sabemos que Dios quiere la felicidad de sus hijos también en esta tierra, aunque estén llamados a la plenitud eterna, porque Él creó todas las cosas «para que las disfrutemos» (1 Tm 6,17), para que todos puedan disfrutarlas. De ahí que la conversión cristiana exija revisar «especialmente todo lo que pertenece al orden social y a la obtención del bien común»”.De este modo, la Iglesia Católica da pautas a sus fieles acerca de cómo afrontar las incoherencias en las que hemos caído como especie.
En la exhortación apostólica Evangelii Gaudium el Papa Francisco se extiende acerca del significado de la solidaridad como concepto importante. Escribe: “la palabra «solidaridad» está un poco desgastada y a veces se la interpreta mal, pero es mucho más que algunos actos esporádicos de generosidad. Supone crear una nueva mentalidad que piense en términos de comunidad, de prioridad de la vida de todos sobre la apropiación de los bienes por parte de algunos.” (Francisco, 2014). En realidad, el corpus de propuestas de la Iglesia Católica se llama Doctrina Social de la Iglesia. Además de anunciar y denunciar el estado de las tensiones descritas en la presente entrada del blog, proponen soluciones que surgen principalmente del cambio de comportamientos y actitudes que debemos tener todos y cada uno de los seres humanos.
No existe sólo este compendio de documentos. Hay otras propuestas dadas por otras entidades tal vez menos influyentes y menos espirituales, pero todas pasan finalmente por la interioridad y la reflexión. Las soluciones deben ser vistas a la luz de la ética y el humanismo, materias que han sido suprimidas de los currículos tanto de la educación básica como de los estudios terciarios. Una vez se tiene la luz de un cuerpo de normas que ayudan al “buen vivir” se deben poner en práctica, pero la naturaleza humana tiende al egoísmo y al mínimo esfuerzo.
Es el espíritu humano el que se sobrepone a su naturaleza y sabe abstenerse de bienes inmediatos para lograr bienes futuros, el que logra ser austero en el modo de vida actual en pro del bienestar de sus congéneres presentes y generaciones futuras. Pero implica también educar la voluntad, otro tema que ha sido sacado de la agenda familiar y social. Así que el reto es la reflexión y la autoformación. De otro modo no pasaremos por la vida, sino que la vida pasará por sobre nosotros.
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Referencias bibliográficas
¿Qué pasa en el sector textilero y de confecciones? (14 de agosto de 2017) recuperado el 16 de septiembre de 2019, de https://www.rcnradio.com/economia/que-pasa-en-el-sector-textilero-y-de-confecciones
Competitividad, clave para el repunte (11 de junio de 2018). Revista Gerente. Número 236.
El gremio de la confección quiere arancel al 37,9%. (30 de abril de 2019). Revista Dinero. Recuperado el 16 de septiembre de 2019, de https://www.dinero.com/pais/articulo/camara-colombiana-de-la-confeccion-y-afines-propone-arancel-compensatorio-del-379/270196
El populismo de las zonas francas. (20 de abril de 2015). El país. Recuperado el 17 de septiembre de 2019, de https://elpais.com/economia/2015/04/20/actualidad/1429522015_936312.html
El precio de comprar ropa barata: ¿quién paga realmente la cuenta? (7 de agosto de 2019). BBC. Recuperado el 17 de septiembre de 2019, de https://www.bbc.com/mundo/noticias-49268325
Estas son las cifras oficiales de los católicos en el mundo (17 de abril de 2015). Aciprensa. Recuperado el 19 de septiembre de 2019, de https://www.aciprensa.com/noticias/estos-son-los-numeros-de-los-catolicos-en-el-mundo-segun-anuario-pontificio-2015-40519
Feministas frustradas y disidentes católicos claman por la exclusión de la Santa Sede de la ONU (23 de marzo de 2019). Center for family and Human Rights (C-Fam). Recuperado el 19 de septiembre de 2019, de https://c-fam.org/friday_fax/feministas-frustradas-y-disidentes-catolicos-claman-por-la-exclusion-de-la-santa-sede-de-la-onu/
Francisco. (2014) Evangelii Gaudium. Bogotá. San Pablo.
Hecho con Orgullo. Hecho para progresar: Análisis del comportamiento y oportunidades del sector sistema moda. (septiembre de 2014). Sura.
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Klein, N. (2001). Nologo: el poder de las marcas. Barcelona: Paidós.
Naomi Klein (s.f.) recuperado el 16 de septiembre de 2019, de https://es.wikipedia.org/wiki/Naomi_Klein
Our work on supply chains (s.f.) recuperado el 16 de septiembre de 2019, de https://www.antislavery.org/what-we-do/work-supply-chains/
Rigoberta Menchú Tum – Nobel Lecture (s.f) recuperado el 16 de septiembre de 2019, de https://www.nobelprize.org/prizes/peace/1992/tum/26034-rigoberta-menchu-tum-nobel-lecture-1992/
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jueves, 29 de agosto de 2019
¿Ignorancia o acomodación?
En un equipo de trabajo en el que nos reunimos una mañana a la semana, y que trata de ser muy enfocado para no alargar la reunión, se han colado de vez en cuando comentarios desobligantes hacia los curas y hacia la Iglesia Católica. Suelo quedarme callado para no entrar en controversias, pero ante la insistencia de la aparición de tales comentarios, hice una pregunta. Se la dirigí a la jefa del grupo: ¿Por qué tanto disgusto hacia la Iglesia Católica? La respuesta fue dada sin prevención: - No tengo ningún malestar hacia la Iglesia Católica. De hecho, soy católica bautizada, sólo que no practicante. Voy a misa, pero no todos los domingos, sino cuando lo creo conveniente y por supuesto no me confieso.-
La respuesta me dejó frío. ¿Cómo puede alguien realizar comentarios en contra de la Iglesia y decir sin ningún reparo que es católico y que no va a misa sino cuando le parece bien? Es ignorancia total o acomodación a la propia conveniencia.
El sentimiento de estupor me ha durado varias semanas.
Pero el Evangelio me invita a no ver la paja ajena sino la viga propia. Debo preguntarme de qué maneras soy acomodaticio e ignorante. De muchas.
Las lecturas litúrgicas del domingo me han dado algunas respuestas: "Habéis echado en olvido la exhortación que como a hijos se os dirige: Hijo mío, no menosprecies la corrección del Señor; ni te desanimes al ser reprendido por él. Pues a quien ama el Señor, le corrige; y azota a todos los hijos que acoge. Sufrís para corrección vuestra. Como a hijos os trata Dios, y ¿qué hijo hay a quien su padre no corrige?" "Cierto que ninguna corrección es de momento agradable, sino penosa; pero luego produce fruto apacible de justicia a los ejercitados en ella. Por tanto, levantad las manos caídas y las rodillas entumecidas y enderezad para vuestros pies los caminos tortuosos, para que el cojo no se descoyunte, sino que más bien se cure." Hb 12, 5-7, 11-13
Y en el Evangelio, "Atravesaba ciudades y pueblos enseñando, mientras caminaba hacia Jerusalén. Uno le dijo: «Señor, ¿son pocos los que se salvan?» Él les dijo: «Luchad por entrar por la puerta estrecha, porque, os digo, muchos pretenderán entrar y no podrán. «Cuando el dueño de la casa se levante y cierre la puerta, os pondréis los que estéis fuera a llamar a la puerta, diciendo: "¡Señor, ábrenos!" Y os responderá: "No sé de dónde sois." Entonces empezaréis a decir: "Hemos comido y bebido contigo, y has enseñado en nuestras plazas"; y os volverá a decir: "No sé de dónde sois. ¡Retiraos de mí, todos los agentes de injusticia!" «Allí será el llanto y el rechinar de dientes, cuando veáis a Abraham, Isaac y Jacob y a todos los profetas en el Reino de Dios, mientras a vosotros os echan fuera. Y vendrán de oriente y occidente, del norte y del sur, y se pondrán a la mesa en el Reino de Dios. «Y hay últimos que serán primeros, y hay primeros que serán últimos.»" Lc 13, 22-30
Claramente el mensaje es sobre la necesidad de cultivar la voluntad y las virtudes y de cómo no basta con creerse cristiano. Como dice un sacerdote que nos acompaña en la parroquia los días ordinarios, - Ser cristiano es fácil, basta con el Bautismo. Lo difícil es parecerlo. –
Como conclusión, reflexión personal. Como esperanza, la oración colecta del correspondiente domingo:
Así sea.
La respuesta me dejó frío. ¿Cómo puede alguien realizar comentarios en contra de la Iglesia y decir sin ningún reparo que es católico y que no va a misa sino cuando le parece bien? Es ignorancia total o acomodación a la propia conveniencia.
El sentimiento de estupor me ha durado varias semanas.
Pero el Evangelio me invita a no ver la paja ajena sino la viga propia. Debo preguntarme de qué maneras soy acomodaticio e ignorante. De muchas.
Las lecturas litúrgicas del domingo me han dado algunas respuestas: "Habéis echado en olvido la exhortación que como a hijos se os dirige: Hijo mío, no menosprecies la corrección del Señor; ni te desanimes al ser reprendido por él. Pues a quien ama el Señor, le corrige; y azota a todos los hijos que acoge. Sufrís para corrección vuestra. Como a hijos os trata Dios, y ¿qué hijo hay a quien su padre no corrige?" "Cierto que ninguna corrección es de momento agradable, sino penosa; pero luego produce fruto apacible de justicia a los ejercitados en ella. Por tanto, levantad las manos caídas y las rodillas entumecidas y enderezad para vuestros pies los caminos tortuosos, para que el cojo no se descoyunte, sino que más bien se cure." Hb 12, 5-7, 11-13
Y en el Evangelio, "Atravesaba ciudades y pueblos enseñando, mientras caminaba hacia Jerusalén. Uno le dijo: «Señor, ¿son pocos los que se salvan?» Él les dijo: «Luchad por entrar por la puerta estrecha, porque, os digo, muchos pretenderán entrar y no podrán. «Cuando el dueño de la casa se levante y cierre la puerta, os pondréis los que estéis fuera a llamar a la puerta, diciendo: "¡Señor, ábrenos!" Y os responderá: "No sé de dónde sois." Entonces empezaréis a decir: "Hemos comido y bebido contigo, y has enseñado en nuestras plazas"; y os volverá a decir: "No sé de dónde sois. ¡Retiraos de mí, todos los agentes de injusticia!" «Allí será el llanto y el rechinar de dientes, cuando veáis a Abraham, Isaac y Jacob y a todos los profetas en el Reino de Dios, mientras a vosotros os echan fuera. Y vendrán de oriente y occidente, del norte y del sur, y se pondrán a la mesa en el Reino de Dios. «Y hay últimos que serán primeros, y hay primeros que serán últimos.»" Lc 13, 22-30
Claramente el mensaje es sobre la necesidad de cultivar la voluntad y las virtudes y de cómo no basta con creerse cristiano. Como dice un sacerdote que nos acompaña en la parroquia los días ordinarios, - Ser cristiano es fácil, basta con el Bautismo. Lo difícil es parecerlo. –
Como conclusión, reflexión personal. Como esperanza, la oración colecta del correspondiente domingo:
Oh Dios, que unes los corazones de tus fieles en un mismo deseo, concede a tu pueblo amar lo que mandas y desear lo que prometes, para que en medio de las inconstancias del mundo, permanezcan firmes nuestros corazones en las verdaderas alegrías. Por Jesucristo nuestro Señor, Tu hijo, quien vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
Así sea.
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viernes, 26 de abril de 2019
Dios como la base de nuestra vida.
En tiempo de Pascua se lee, además de los Hechos de los Apóstoles, el Apocalipsis: "Tocó el tercer Angel... Entonces cayó del cielo una estrella grande, ardiendo como una antorcha. Cayó sobre la tercera parte de los ríos y sobre los manantiales de agua. La estrella se llama Ajenjo. La tercera parte de las aguas se convirtió en ajenjo, y mucha gente murió por las aguas, que se habían vuelto amargas." (Ap 8, 10-11)
En la Biblia, el agua salada suele indicar al mundo y el agua dulce a la Gracia del Espíritu Santo. Que la tercera parte de las aguas de los ríos y los manantiales de agua se convirtiesen en ajenjo es una manera de continuar meditando sobre el último tema: la llaga de Job. Quienes administran la Gracia en la Iglesia, el cuerpo místico de Cristo, son los sacerdotes. La visión de Juan nos advierte que la tercera parte de ellos se volvieron amargos y mucha gente murió para la vida eterna a causa de esto. Por esto pienso que la tercera trompeta ya ha sonado. O está sonando.
Benedicto XVI, el papá emérito diagnostica la causa en su carta de este año:
"¿Qué se debe hacer? ¿Tal vez deberíamos crear otra Iglesia para que las cosas funcionen? Bueno, ese experimento ya se ha realizado y ya ha fracasado. Solo la obediencia y el amor por nuestro Señor Jesucristo pueden indicarnos el camino, así que primero tratemos de entender nuevamente y desde adentro (de nosotros mismos) lo que el Señor quiere y ha querido con nosotros.
Primero, sugeriría lo siguiente: si realmente quisiéramos resumir muy brevemente el contenido de la fe como está en la Biblia, tendríamos que hacerlo diciendo que el Señor ha iniciado una narrativa de amor con nosotros y quiere abarcar a toda la creación en ella. La forma de pelear contra el mal que nos amenaza a nosotros y a todo el mundo, solo puede ser, al final, que entremos en este amor. Es la verdadera fuerza contra el mal, ya que el poder del mal emerge de nuestro rechazo a amar a Dios. Quien se confía al amor de Dios es redimido. Nuestro ser no redimido es una consecuencia de nuestra incapacidad de amar a Dios. Aprender a amar a Dios es, por lo tanto, el camino de la redención humana.
Tratemos de desarrollar un poco más este contenido esencial de la revelación de Dios. Podemos entonces decir que el primer don fundamental que la fe nos ofrece es la certeza de que Dios existe. Un mundo sin Dios solo puede ser un mundo sin significado. De otro modo, ¿de dónde vendría todo? En cualquier caso, no tiene propósito espiritual. De algún modo está simplemente allí y no tiene objetivo ni sentido. Entonces no hay estándares del bien ni del mal, y solo lo que es más fuerte que otra cosa puede afirmarse a sí misma y el poder se convierte en el único principio. La verdad no cuenta, en realidad no existe. Solo si las cosas tienen una razón espiritual tienen una intención y son concebidas. Solo si hay un Dios Creador que es bueno y que quiere el bien, la vida del hombre puede entonces tener sentido.
Existe un Dios como creador y la medida de todas las cosas es una necesidad primera y primordial, pero un Dios que no se exprese para nada a sí mismo, que no se hiciese conocido, permanecería como una presunción y podría entonces no determinar la forma [Gestalt] de nuestra vida. Para que Dios sea realmente Dios en esta creación deliberada, tenemos que mirarlo para que se exprese a sí mismo de alguna forma. Lo ha hecho de muchas maneras, pero decisivamente lo hizo en el llamado a Abraham y que le dio a la gente que buscaba a Dios la orientación que lleva más allá de toda expectativa: Dios mismo se convierte en criatura, habla como hombre con nosotros los seres humanos.
En este sentido la frase “Dios es”, al final se convierte en un mensaje verdaderamente gozoso, precisamente porque Él es más que entendimiento, porque Él crea –y es– amor para que una vez más la gente sea consciente de esta, la primera y fundamental tarea confiada a nosotros por el Señor.
Una sociedad sin Dios –una sociedad que no lo conoce y que lo trata como no existente– es una sociedad que pierde su medida. En nuestros días fue que se acuñó la frase de la muerte de Dios. Cuando Dios muere en una sociedad, se nos dijo, esta se hace libre. En realidad, la muerte de Dios en una sociedad también significa el fin de la libertad porque lo que muere es el propósito que proporciona orientación, dado que desaparece la brújula que nos dirige en la dirección correcta que nos enseña a distinguir el bien del mal. La sociedad occidental es una sociedad en la que Dios está ausente en la esfera pública y no tiene nada que ofrecerle. Y esa es la razón por la que es una sociedad en la que la medida de la humanidad se pierde cada vez más. En puntos individuales, de pronto parece que lo que es malo y destruye al hombre se ha convertido en una cuestión de rutina.
Ese es el caso con la pedofilia. Se teorizó solo hace un tiempo como algo legítimo, pero se ha difundido más y más. Y ahora nos damos cuenta con sorpresa de que las cosas que les están pasando a nuestros niños y jóvenes amenazan con destruirlos. El hecho de que esto también pueda extenderse en la Iglesia y entre los sacerdotes es algo que nos debe molestar de modo particular.
¿Por qué la pedofilia llegó a tales proporciones? Al final de cuentas, la razón es la ausencia de Dios. Nosotros, cristianos y sacerdotes, también preferimos no hablar de Dios porque este discurso no parece ser práctico. Luego de la convulsión de la Segunda Guerra Mundial, nosotros en Alemania todavía teníamos expresamente en nuestra Constitución que estábamos bajo responsabilidad de Dios como un principio guía. Medio siglo después, ya no fue posible incluir la responsabilidad para con Dios como un principio guía en la Constitución europea. Dios es visto como la preocupación partidaria de un pequeño grupo y ya no puede ser un principio guía para la comunidad como un todo. Esta decisión se refleja en la situación de Occidente, donde Dios se ha convertido en un asunto privado de una minoría.
Una tarea primordial, que tiene que resultar de las convulsiones morales de nuestro tiempo, es que nuevamente comencemos a vivir por Dios y bajo Él. Por encima de todo, nosotros tenemos que aprender una vez más a reconocer a Dios como la base de nuestra vida en vez de dejarlo a un lado como si fuera una frase no efectiva. Nunca olvidaré la advertencia del gran teólogo Hans Urs von Balthasar que una vez me escribió en una de sus postales: “¡No presuponga al Dios trino: Padre, Hijo y Espíritu Santo, preséntelo!”.
De hecho, en la teología Dios siempre se da por sentado como un asunto de rutina, pero en lo concreto uno no se relaciona con Él. El tema de Dios parece tan irreal, tan expulsado de las cosas que nos preocupan y, sin embargo, todo se convierte en algo distinto si no se presupone sino que se presenta a Dios. No dejándolo atrás como un marco, sino reconociéndolo como el centro de nuestros pensamientos, palabras y acciones.
Dios se hizo hombre por nosotros. El hombre como Su criatura es tan cercano a Su corazón que Él se ha unido a sí mismo con él y ha entrado así en la historia humana de una forma muy práctica. Él habla con nosotros, vive con nosotros, sufre con nosotros y asumió la muerte por nosotros. Hablamos sobre esto en detalle en la teología, con palabras y pensamientos aprendidos, pero es precisamente de esta forma que corremos el riesgo de convertirnos en maestros de fe en vez de ser renovados y hechos maestros por la fe.
Consideremos esto con respecto al asunto central: la celebración de la Santa Eucaristía. Nuestro manejo de la Eucaristía solo puede generar preocupación. El Concilio Vaticano II se centró correctamente en regresar este sacramento de la presencia del cuerpo y la sangre de Cristo, de la presencia de Su persona, de su Pasión, Muerte y Resurrección, al centro de la vida cristiana y la misma existencia de la Iglesia. En parte esto realmente ha ocurrido y deberíamos estar agradecidos al Señor por ello.
Y sin embargo prevalece una actitud muy distinta. Lo que predomina no es una nueva reverencia por la presencia de la muerte y resurrección de Cristo, sino una forma de lidiar con Él que destruye la grandeza del Misterio. La caída en la participación de las celebraciones eucarísticas dominicales muestra lo poco que los cristianos de hoy saben sobre apreciar la grandeza del don que consiste en Su Presencia real. La Eucaristía se ha convertido en un mero gesto ceremonial cuando se da por sentado que la cortesía requiere que sea ofrecido en celebraciones familiares o en ocasiones como bodas y funerales a todos los invitados por razones familiares.
La forma en la que la gente simplemente recibe el Santísimo Sacramento en la comunión como algo rutinario muestra que muchos la ven como un gesto puramente ceremonial. Por lo tanto, cuando se piensa en la acción que se requiere primero y primordialmente, es bastante obvio que no necesitamos otra Iglesia con nuestro propio diseño. En vez de ello se requiere, primero que nada, la renovación de la fe en la realidad de que Jesucristo se nos es dado en el Santísimo Sacramento."
Extracto de la carta del papa emérito Benedicto XVI a la Iglesia Católica.
En la Biblia, el agua salada suele indicar al mundo y el agua dulce a la Gracia del Espíritu Santo. Que la tercera parte de las aguas de los ríos y los manantiales de agua se convirtiesen en ajenjo es una manera de continuar meditando sobre el último tema: la llaga de Job. Quienes administran la Gracia en la Iglesia, el cuerpo místico de Cristo, son los sacerdotes. La visión de Juan nos advierte que la tercera parte de ellos se volvieron amargos y mucha gente murió para la vida eterna a causa de esto. Por esto pienso que la tercera trompeta ya ha sonado. O está sonando.
Benedicto XVI, el papá emérito diagnostica la causa en su carta de este año:
"¿Qué se debe hacer? ¿Tal vez deberíamos crear otra Iglesia para que las cosas funcionen? Bueno, ese experimento ya se ha realizado y ya ha fracasado. Solo la obediencia y el amor por nuestro Señor Jesucristo pueden indicarnos el camino, así que primero tratemos de entender nuevamente y desde adentro (de nosotros mismos) lo que el Señor quiere y ha querido con nosotros.
Primero, sugeriría lo siguiente: si realmente quisiéramos resumir muy brevemente el contenido de la fe como está en la Biblia, tendríamos que hacerlo diciendo que el Señor ha iniciado una narrativa de amor con nosotros y quiere abarcar a toda la creación en ella. La forma de pelear contra el mal que nos amenaza a nosotros y a todo el mundo, solo puede ser, al final, que entremos en este amor. Es la verdadera fuerza contra el mal, ya que el poder del mal emerge de nuestro rechazo a amar a Dios. Quien se confía al amor de Dios es redimido. Nuestro ser no redimido es una consecuencia de nuestra incapacidad de amar a Dios. Aprender a amar a Dios es, por lo tanto, el camino de la redención humana.
Tratemos de desarrollar un poco más este contenido esencial de la revelación de Dios. Podemos entonces decir que el primer don fundamental que la fe nos ofrece es la certeza de que Dios existe. Un mundo sin Dios solo puede ser un mundo sin significado. De otro modo, ¿de dónde vendría todo? En cualquier caso, no tiene propósito espiritual. De algún modo está simplemente allí y no tiene objetivo ni sentido. Entonces no hay estándares del bien ni del mal, y solo lo que es más fuerte que otra cosa puede afirmarse a sí misma y el poder se convierte en el único principio. La verdad no cuenta, en realidad no existe. Solo si las cosas tienen una razón espiritual tienen una intención y son concebidas. Solo si hay un Dios Creador que es bueno y que quiere el bien, la vida del hombre puede entonces tener sentido.
Existe un Dios como creador y la medida de todas las cosas es una necesidad primera y primordial, pero un Dios que no se exprese para nada a sí mismo, que no se hiciese conocido, permanecería como una presunción y podría entonces no determinar la forma [Gestalt] de nuestra vida. Para que Dios sea realmente Dios en esta creación deliberada, tenemos que mirarlo para que se exprese a sí mismo de alguna forma. Lo ha hecho de muchas maneras, pero decisivamente lo hizo en el llamado a Abraham y que le dio a la gente que buscaba a Dios la orientación que lleva más allá de toda expectativa: Dios mismo se convierte en criatura, habla como hombre con nosotros los seres humanos.
En este sentido la frase “Dios es”, al final se convierte en un mensaje verdaderamente gozoso, precisamente porque Él es más que entendimiento, porque Él crea –y es– amor para que una vez más la gente sea consciente de esta, la primera y fundamental tarea confiada a nosotros por el Señor.
Una sociedad sin Dios –una sociedad que no lo conoce y que lo trata como no existente– es una sociedad que pierde su medida. En nuestros días fue que se acuñó la frase de la muerte de Dios. Cuando Dios muere en una sociedad, se nos dijo, esta se hace libre. En realidad, la muerte de Dios en una sociedad también significa el fin de la libertad porque lo que muere es el propósito que proporciona orientación, dado que desaparece la brújula que nos dirige en la dirección correcta que nos enseña a distinguir el bien del mal. La sociedad occidental es una sociedad en la que Dios está ausente en la esfera pública y no tiene nada que ofrecerle. Y esa es la razón por la que es una sociedad en la que la medida de la humanidad se pierde cada vez más. En puntos individuales, de pronto parece que lo que es malo y destruye al hombre se ha convertido en una cuestión de rutina.
Ese es el caso con la pedofilia. Se teorizó solo hace un tiempo como algo legítimo, pero se ha difundido más y más. Y ahora nos damos cuenta con sorpresa de que las cosas que les están pasando a nuestros niños y jóvenes amenazan con destruirlos. El hecho de que esto también pueda extenderse en la Iglesia y entre los sacerdotes es algo que nos debe molestar de modo particular.
¿Por qué la pedofilia llegó a tales proporciones? Al final de cuentas, la razón es la ausencia de Dios. Nosotros, cristianos y sacerdotes, también preferimos no hablar de Dios porque este discurso no parece ser práctico. Luego de la convulsión de la Segunda Guerra Mundial, nosotros en Alemania todavía teníamos expresamente en nuestra Constitución que estábamos bajo responsabilidad de Dios como un principio guía. Medio siglo después, ya no fue posible incluir la responsabilidad para con Dios como un principio guía en la Constitución europea. Dios es visto como la preocupación partidaria de un pequeño grupo y ya no puede ser un principio guía para la comunidad como un todo. Esta decisión se refleja en la situación de Occidente, donde Dios se ha convertido en un asunto privado de una minoría.
Una tarea primordial, que tiene que resultar de las convulsiones morales de nuestro tiempo, es que nuevamente comencemos a vivir por Dios y bajo Él. Por encima de todo, nosotros tenemos que aprender una vez más a reconocer a Dios como la base de nuestra vida en vez de dejarlo a un lado como si fuera una frase no efectiva. Nunca olvidaré la advertencia del gran teólogo Hans Urs von Balthasar que una vez me escribió en una de sus postales: “¡No presuponga al Dios trino: Padre, Hijo y Espíritu Santo, preséntelo!”.
De hecho, en la teología Dios siempre se da por sentado como un asunto de rutina, pero en lo concreto uno no se relaciona con Él. El tema de Dios parece tan irreal, tan expulsado de las cosas que nos preocupan y, sin embargo, todo se convierte en algo distinto si no se presupone sino que se presenta a Dios. No dejándolo atrás como un marco, sino reconociéndolo como el centro de nuestros pensamientos, palabras y acciones.
Dios se hizo hombre por nosotros. El hombre como Su criatura es tan cercano a Su corazón que Él se ha unido a sí mismo con él y ha entrado así en la historia humana de una forma muy práctica. Él habla con nosotros, vive con nosotros, sufre con nosotros y asumió la muerte por nosotros. Hablamos sobre esto en detalle en la teología, con palabras y pensamientos aprendidos, pero es precisamente de esta forma que corremos el riesgo de convertirnos en maestros de fe en vez de ser renovados y hechos maestros por la fe.
Consideremos esto con respecto al asunto central: la celebración de la Santa Eucaristía. Nuestro manejo de la Eucaristía solo puede generar preocupación. El Concilio Vaticano II se centró correctamente en regresar este sacramento de la presencia del cuerpo y la sangre de Cristo, de la presencia de Su persona, de su Pasión, Muerte y Resurrección, al centro de la vida cristiana y la misma existencia de la Iglesia. En parte esto realmente ha ocurrido y deberíamos estar agradecidos al Señor por ello.
Y sin embargo prevalece una actitud muy distinta. Lo que predomina no es una nueva reverencia por la presencia de la muerte y resurrección de Cristo, sino una forma de lidiar con Él que destruye la grandeza del Misterio. La caída en la participación de las celebraciones eucarísticas dominicales muestra lo poco que los cristianos de hoy saben sobre apreciar la grandeza del don que consiste en Su Presencia real. La Eucaristía se ha convertido en un mero gesto ceremonial cuando se da por sentado que la cortesía requiere que sea ofrecido en celebraciones familiares o en ocasiones como bodas y funerales a todos los invitados por razones familiares.
La forma en la que la gente simplemente recibe el Santísimo Sacramento en la comunión como algo rutinario muestra que muchos la ven como un gesto puramente ceremonial. Por lo tanto, cuando se piensa en la acción que se requiere primero y primordialmente, es bastante obvio que no necesitamos otra Iglesia con nuestro propio diseño. En vez de ello se requiere, primero que nada, la renovación de la fe en la realidad de que Jesucristo se nos es dado en el Santísimo Sacramento."
Extracto de la carta del papa emérito Benedicto XVI a la Iglesia Católica.
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lunes, 15 de abril de 2019
Job es llagado de nuevo
Iniciada la Semana Santa se consagra el santo crisma y se bendicen los restantes óleos. También se reúne el clero de cada diócesis en pleno y los sacerdotes renuevan sus promesas. En esta misma Semana el Papa emérito Benedicto XVI escribió una carta de reflexión acerca de la crisis de la Iglesia. Me parce especialmente importante una de sus ideas, que transcribo:
“El demonio es identificado como el acusador que acusa a nuestros hermanos ante Dios día y noche. (Ap 12, 10). El Apocalipsis toma entonces un pensamiento que está al centro de la narrativa en el libro de Job (Job 1 y 2, 10; 42:7-16). Allí se dice que el demonio buscaba mostrar que lo correcto en la vida de Job ante Dios era algo meramente externo. Y eso es exactamente lo que el Apocalipsis tiene que decir: el demonio quiere probar que no hay gente correcta, que su corrección solo se muestra en lo externo. Si uno pudiera acercarse, entonces la apariencia de justicia se caería rápidamente.
La narración comienza con una disputa entre Dios y el demonio, en la que Dios se ha referido a Job como un hombre verdaderamente justo. Ahora va a ser usado como un ejemplo para probar quién tiene razón. El demonio pide que se le quiten todas sus posesiones para ver que nada queda de su piedad. Dios le permite que lo haga, tras lo cual Job actúa positivamente. Luego el demonio presiona y dice: “¡Piel por piel! Todo lo que el hombre posee lo da por su vida. Sin embargo, extiende ahora tu mano y toca su hueso y su carne, verás si no te maldice en tu misma cara". (Job 2, 4-5).
Entonces Dios le otorga al demonio un segundo turno. También toca la piel de Job y solo le está negado matarlo. Para los cristianos es claro que este Job, que está de pie ante Dios como ejemplo para toda la humanidad, es Jesucristo. En el Apocalipsis el drama de la humanidad nos es presentado en toda su amplitud.
El Dios Creador es confrontado con el demonio que habla a toda la humanidad y a toda la creación. Le habla no solo a Dios, sino sobre todo a la gente: Miren lo que este Dios ha hecho. Supuestamente una buena creación. En realidad está llena de miseria y disgustos. El desaliento de la creación es en realidad el menosprecio de Dios. Quiere probar que Dios mismo no es bueno y alejarnos de Él.
La ocasión en la que el Apocalipsis nos está hablando aquí es obvia. Hoy, la acusación contra Dios es sobre todo menosprecio de Su Iglesia como algo malo en su totalidad y por lo tanto nos disuade de ella.”
Y he aquí que yo continúo con una idea que Benedicto XVI no finiquita explícitamente sino indirectamente al hablar de los mártires. Porque nos dice más adelante que en el juicio contra el demonio, Jesucristo es el primer y verdadero testigo de Dios, el primer mártir, que desde entonces ha sido seguido por incontables otros. Porque mártir significa testigo. Y la idea que esboza pero no explicita es que hoy en día el demonio de nuevo solicita, «extiende ahora tu mano y toca su hueso y su carne, verás si no te maldice en tu misma cara». Y de nuevo no es la carne de Job la que lacera y llaga sino la del Cuerpo Místico de Cristo y ¿dónde más certeramente que en sus sacerdotes?
En la Misa Crismal la oración colectiva es:
“Oh Dios, que por la unción del Espíritu Santo constituiste a tu Hijo Mesías y Señor, y a nosotros, miembros de su cuerpo, nos haces partícipes de su misma unción; ayúdanos a ser en el mundo testigos fieles de la redención que ofreces a todos los hombres. Por nuestro Señor Jesucristo.”
En esa misma misa la indagación por parte del Obispo, para la renovación de las promesas sacerdotales, es:
«¿Queréis uniros más fuertemente a Cristo y configuraros con él, renunciando a vosotros mismos y reafirmando la promesa de cumplir los sagrados deberes que, por amor a Cristo, aceptasteis gozosos el día de vuestra ordenación para el servicio de la Iglesia?»
«¿Deseáis permanecer como fieles dispensadores de los misterios de Dios en la celebración eucarística y en las demás acciones litúrgicas, y desempeñar fielmente el ministerio de la predicación como seguidores de Cristo, cabeza y pastor, sin pretender los bienes temporales, sino movidos únicamente por el celo de las almas?»
Tras dicha renovación, el Obispo nos increpa a nosotros, el pueblo de Dios:
«Hijos muy queridos, orad por vuestros presbíteros, para que el Señor derrame abundantemente sobre ellos sus bendiciones: que sean ministros fieles de Cristo sumo sacerdote, y os conduzcan a él, única fuente de salvación.»
El texto completo de Benedicto XVI aquí
“Y cualquiera que haga tropezar a uno de estos pequeños que creen en mí, mejor le fuera si le hubieran atado al cuello una piedra de molino de las que mueve un asno, y lo hubieran echado al mar” (Mc 9,42).
“El demonio es identificado como el acusador que acusa a nuestros hermanos ante Dios día y noche. (Ap 12, 10). El Apocalipsis toma entonces un pensamiento que está al centro de la narrativa en el libro de Job (Job 1 y 2, 10; 42:7-16). Allí se dice que el demonio buscaba mostrar que lo correcto en la vida de Job ante Dios era algo meramente externo. Y eso es exactamente lo que el Apocalipsis tiene que decir: el demonio quiere probar que no hay gente correcta, que su corrección solo se muestra en lo externo. Si uno pudiera acercarse, entonces la apariencia de justicia se caería rápidamente.
La narración comienza con una disputa entre Dios y el demonio, en la que Dios se ha referido a Job como un hombre verdaderamente justo. Ahora va a ser usado como un ejemplo para probar quién tiene razón. El demonio pide que se le quiten todas sus posesiones para ver que nada queda de su piedad. Dios le permite que lo haga, tras lo cual Job actúa positivamente. Luego el demonio presiona y dice: “¡Piel por piel! Todo lo que el hombre posee lo da por su vida. Sin embargo, extiende ahora tu mano y toca su hueso y su carne, verás si no te maldice en tu misma cara". (Job 2, 4-5).
Entonces Dios le otorga al demonio un segundo turno. También toca la piel de Job y solo le está negado matarlo. Para los cristianos es claro que este Job, que está de pie ante Dios como ejemplo para toda la humanidad, es Jesucristo. En el Apocalipsis el drama de la humanidad nos es presentado en toda su amplitud.
El Dios Creador es confrontado con el demonio que habla a toda la humanidad y a toda la creación. Le habla no solo a Dios, sino sobre todo a la gente: Miren lo que este Dios ha hecho. Supuestamente una buena creación. En realidad está llena de miseria y disgustos. El desaliento de la creación es en realidad el menosprecio de Dios. Quiere probar que Dios mismo no es bueno y alejarnos de Él.
La ocasión en la que el Apocalipsis nos está hablando aquí es obvia. Hoy, la acusación contra Dios es sobre todo menosprecio de Su Iglesia como algo malo en su totalidad y por lo tanto nos disuade de ella.”
Y he aquí que yo continúo con una idea que Benedicto XVI no finiquita explícitamente sino indirectamente al hablar de los mártires. Porque nos dice más adelante que en el juicio contra el demonio, Jesucristo es el primer y verdadero testigo de Dios, el primer mártir, que desde entonces ha sido seguido por incontables otros. Porque mártir significa testigo. Y la idea que esboza pero no explicita es que hoy en día el demonio de nuevo solicita, «extiende ahora tu mano y toca su hueso y su carne, verás si no te maldice en tu misma cara». Y de nuevo no es la carne de Job la que lacera y llaga sino la del Cuerpo Místico de Cristo y ¿dónde más certeramente que en sus sacerdotes?
En la Misa Crismal la oración colectiva es:
“Oh Dios, que por la unción del Espíritu Santo constituiste a tu Hijo Mesías y Señor, y a nosotros, miembros de su cuerpo, nos haces partícipes de su misma unción; ayúdanos a ser en el mundo testigos fieles de la redención que ofreces a todos los hombres. Por nuestro Señor Jesucristo.”
En esa misma misa la indagación por parte del Obispo, para la renovación de las promesas sacerdotales, es:
«¿Queréis uniros más fuertemente a Cristo y configuraros con él, renunciando a vosotros mismos y reafirmando la promesa de cumplir los sagrados deberes que, por amor a Cristo, aceptasteis gozosos el día de vuestra ordenación para el servicio de la Iglesia?»
«¿Deseáis permanecer como fieles dispensadores de los misterios de Dios en la celebración eucarística y en las demás acciones litúrgicas, y desempeñar fielmente el ministerio de la predicación como seguidores de Cristo, cabeza y pastor, sin pretender los bienes temporales, sino movidos únicamente por el celo de las almas?»
Tras dicha renovación, el Obispo nos increpa a nosotros, el pueblo de Dios:
«Hijos muy queridos, orad por vuestros presbíteros, para que el Señor derrame abundantemente sobre ellos sus bendiciones: que sean ministros fieles de Cristo sumo sacerdote, y os conduzcan a él, única fuente de salvación.»
El texto completo de Benedicto XVI aquí
“Y cualquiera que haga tropezar a uno de estos pequeños que creen en mí, mejor le fuera si le hubieran atado al cuello una piedra de molino de las que mueve un asno, y lo hubieran echado al mar” (Mc 9,42).
miércoles, 20 de febrero de 2019
Confirmación y matrimonio
Esta semana deseo habla de una pregunta y una respuesta.
Conversando con un compañero de estudio, Alberto, me mencionó que vivía en unión libre desde hacía seis años. Le pregunté si tenía temor al matrimonio. ¿Por qué no comprometerse más seriamente? Me respondió que no ha recibido el sacramento de la Confirmación. Le volví a interpelar: ¿No hace las vueltas de la Confirmación por desacuerdos con la fé? Me respondió: -No, es por la pereza de hacer el trámite e ir a un curso. No fue posible continuar la conversación. Tampoco tenemos la suficiente confianza ni era el lugar para profundizar en el tema.
La pregunta que me quedó fue ¿cómo hago para explicarle que el trámite es lo menor y que el Sacramento es lo mayor?
La respuesta me llegó con el Evangelio de la 6ª semana del Tiempo Ordinario, ciclo C:
"Llegan a Betsaida. Le presentan un ciego y le suplican que le toque. Tomando al ciego de la mano, le sacó fuera del pueblo, y habiéndole puesto saliva en los ojos, le impuso las manos y le preguntaba: «¿Ves algo?» Él, alzando la vista, dijo: «Veo a los hombres, pues los veo como árboles, pero que andan.» Después, le volvió a poner las manos en los ojos y comenzó a ver perfectamente y quedó curado, de suerte que veía de lejos claramente todas las cosas. Y le envió a su casa, diciéndole: «Ni siquiera entres en el pueblo.»" Mc 8, 22-26.
He de advertir que fue Dios, por medio del padre Javier, el sacerdote que ofició la misa de hoy, quien me respondió:
En esta lectura le presentan un ciego a Jesús. Yo espero ser quien interceda ante Jesús por Alberto. Jesús lo sacó fuera del pueblo. Fue importante que el ciego de Betsaida accedió a retirarse del mundanal ruido e ir con Jesús. Seguramente no sabía muy bien de qué se trataba, pero fue con la mente y el corazón abierto a lo que podríamos llamar un retiro. Jesús le untó de saliva y le impuso las manos. Ese gesto recuerda al Bautismo, en donde no es saliva, sino agua lo que se vierte. Pero en ambos casos es el símbolo externo de la unción del Espíritu Santo. El Bautismo es la semilla de la fé. Alberto fue bautizado y lo sabe. Pero no es consciente de que la fé es un proceso, un camino en el que debemos hacer crecer esa semilla. La fé es un don, un regalo, una gracia, la cual se debe pedir y se debe cultivar. Y en el camino entre el Bautismo y la Confirmación se desarrolla el espíritu, la espiritualidad, el aprendizaje de estar en la intimidad con Jesús. Ese fue el caso del ciego de Betsaida. Estaba en las afueras del pueblo, a solas, con Jesús.
Luego de ese bautismo Jesús lo interroga. - ¿Ves algo? - Sí, algo lograba ver. El sacramento le ha permitido despertar a la vida espiritual, pero de manera imperfecta. Expresa que ve a los hombres como si fueran árboles, pero que se mueven. Eso nos pasa a todos. El despertar a la vida espiritual no implica que la entendamos, ni que la comprendamos bien. Hay que formarse y exigirse a uno mismo, para cultivar la semilla que nos fue dada.
Después volvió a imponerle las manos y ahí sí empezó a ver perfectamente. Ese segundo momento nos recuerda el sacramento de la Confirmación. Momento en que ya se supone nos hemos formado y desarrollado y podemos dar testimonio de nuestra fe. La Confirmación es un sacramento de envío. Somos mayores de edad en la fé y nos comprometemos a ser testimonio de dicha fé. Por esa razón escribo este diario – blog. Principalmente para mí, pero de vez en cuando para darle una respuesta a uno que otro amigo. Para dar razón de mi fé.
No es gratuito que para casarnos debamos primero confirmarnos. El matrimonio implica ser suficientemente maduro para afrontar nuevas responsabilidades, la de la vida compartida. Ya no será la vida sólo para nosotros. Hemos madurado. Y el casarnos implica el abrirnos a la vida en los hijos. Casarnos ante Dios implica ayuda por parte de Él. Recordemos que Sacramento significa también Presencia. Pero también implica educar a los hijos en la fé. No podemos comprometernos a educar en la fé si no estamos maduros espiritualmente. Por eso nos debemos formar y por eso solicitamos la unción del Espíritu Santo para estar en capacidad de dar testimonio de la fé, para estar en capacidad de dar fruto. Luego de que los hombres, que son como árboles, se desarrollan, deben dar fruto. Ese es el sentido de la formación y de la Confirmación como requisito para el matrimonio.
Realmente, el trámite es lo menor si lo entendemos como los pequeños trámites administrativos para formalizarlo frente al Estado y frente a la Iglesia. Pero no es lo menor si se trata de la formación. Y esta formación no es, ni debe ser, uno o dos fines de semana de preparación. La formación es el aprender a tener intimidad con Jesús en la oración. Nadie ama a quien no conoce. Y la formación es aunar fé y razón. Ambas las creó Dios. No son contradictorias.
El sacramento de la Confirmación es lo mayor si lo entendemos como la plenitud de la efusión del Espíritu Santo en nosotros, la cual empezó en el Bautismo, y lo entendemos como el compromiso de Dios de ayudarnos, pero, ante todo, como nuestra mayoría de edad en la fé y la responsabilidad subsecuente de transmitir la luz que nos da Dios para ver nuestro papel en este mundo: el de guiar hacia Dios a los demás, entendiendo que todos deseamos la felicidad y que nosotros somos los pies, las manos y la boca de Dios en medio del tiempo y lugar donde nos ubicó Dios.
Conversando con un compañero de estudio, Alberto, me mencionó que vivía en unión libre desde hacía seis años. Le pregunté si tenía temor al matrimonio. ¿Por qué no comprometerse más seriamente? Me respondió que no ha recibido el sacramento de la Confirmación. Le volví a interpelar: ¿No hace las vueltas de la Confirmación por desacuerdos con la fé? Me respondió: -No, es por la pereza de hacer el trámite e ir a un curso. No fue posible continuar la conversación. Tampoco tenemos la suficiente confianza ni era el lugar para profundizar en el tema.
La pregunta que me quedó fue ¿cómo hago para explicarle que el trámite es lo menor y que el Sacramento es lo mayor?
La respuesta me llegó con el Evangelio de la 6ª semana del Tiempo Ordinario, ciclo C:
"Llegan a Betsaida. Le presentan un ciego y le suplican que le toque. Tomando al ciego de la mano, le sacó fuera del pueblo, y habiéndole puesto saliva en los ojos, le impuso las manos y le preguntaba: «¿Ves algo?» Él, alzando la vista, dijo: «Veo a los hombres, pues los veo como árboles, pero que andan.» Después, le volvió a poner las manos en los ojos y comenzó a ver perfectamente y quedó curado, de suerte que veía de lejos claramente todas las cosas. Y le envió a su casa, diciéndole: «Ni siquiera entres en el pueblo.»" Mc 8, 22-26.
He de advertir que fue Dios, por medio del padre Javier, el sacerdote que ofició la misa de hoy, quien me respondió:
En esta lectura le presentan un ciego a Jesús. Yo espero ser quien interceda ante Jesús por Alberto. Jesús lo sacó fuera del pueblo. Fue importante que el ciego de Betsaida accedió a retirarse del mundanal ruido e ir con Jesús. Seguramente no sabía muy bien de qué se trataba, pero fue con la mente y el corazón abierto a lo que podríamos llamar un retiro. Jesús le untó de saliva y le impuso las manos. Ese gesto recuerda al Bautismo, en donde no es saliva, sino agua lo que se vierte. Pero en ambos casos es el símbolo externo de la unción del Espíritu Santo. El Bautismo es la semilla de la fé. Alberto fue bautizado y lo sabe. Pero no es consciente de que la fé es un proceso, un camino en el que debemos hacer crecer esa semilla. La fé es un don, un regalo, una gracia, la cual se debe pedir y se debe cultivar. Y en el camino entre el Bautismo y la Confirmación se desarrolla el espíritu, la espiritualidad, el aprendizaje de estar en la intimidad con Jesús. Ese fue el caso del ciego de Betsaida. Estaba en las afueras del pueblo, a solas, con Jesús.
Luego de ese bautismo Jesús lo interroga. - ¿Ves algo? - Sí, algo lograba ver. El sacramento le ha permitido despertar a la vida espiritual, pero de manera imperfecta. Expresa que ve a los hombres como si fueran árboles, pero que se mueven. Eso nos pasa a todos. El despertar a la vida espiritual no implica que la entendamos, ni que la comprendamos bien. Hay que formarse y exigirse a uno mismo, para cultivar la semilla que nos fue dada.
Después volvió a imponerle las manos y ahí sí empezó a ver perfectamente. Ese segundo momento nos recuerda el sacramento de la Confirmación. Momento en que ya se supone nos hemos formado y desarrollado y podemos dar testimonio de nuestra fe. La Confirmación es un sacramento de envío. Somos mayores de edad en la fé y nos comprometemos a ser testimonio de dicha fé. Por esa razón escribo este diario – blog. Principalmente para mí, pero de vez en cuando para darle una respuesta a uno que otro amigo. Para dar razón de mi fé.
No es gratuito que para casarnos debamos primero confirmarnos. El matrimonio implica ser suficientemente maduro para afrontar nuevas responsabilidades, la de la vida compartida. Ya no será la vida sólo para nosotros. Hemos madurado. Y el casarnos implica el abrirnos a la vida en los hijos. Casarnos ante Dios implica ayuda por parte de Él. Recordemos que Sacramento significa también Presencia. Pero también implica educar a los hijos en la fé. No podemos comprometernos a educar en la fé si no estamos maduros espiritualmente. Por eso nos debemos formar y por eso solicitamos la unción del Espíritu Santo para estar en capacidad de dar testimonio de la fé, para estar en capacidad de dar fruto. Luego de que los hombres, que son como árboles, se desarrollan, deben dar fruto. Ese es el sentido de la formación y de la Confirmación como requisito para el matrimonio.
Realmente, el trámite es lo menor si lo entendemos como los pequeños trámites administrativos para formalizarlo frente al Estado y frente a la Iglesia. Pero no es lo menor si se trata de la formación. Y esta formación no es, ni debe ser, uno o dos fines de semana de preparación. La formación es el aprender a tener intimidad con Jesús en la oración. Nadie ama a quien no conoce. Y la formación es aunar fé y razón. Ambas las creó Dios. No son contradictorias.
El sacramento de la Confirmación es lo mayor si lo entendemos como la plenitud de la efusión del Espíritu Santo en nosotros, la cual empezó en el Bautismo, y lo entendemos como el compromiso de Dios de ayudarnos, pero, ante todo, como nuestra mayoría de edad en la fé y la responsabilidad subsecuente de transmitir la luz que nos da Dios para ver nuestro papel en este mundo: el de guiar hacia Dios a los demás, entendiendo que todos deseamos la felicidad y que nosotros somos los pies, las manos y la boca de Dios en medio del tiempo y lugar donde nos ubicó Dios.
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martes, 5 de febrero de 2019
La educación cristiana
Hoy deseo hacer referencia a la educación en el contexto de la familia cristiana, la cual debe ser diferente en varios aspectos a la educación en general.
Transcribo entonces apartes de uno de los documentos resultado del Concilio Vaticano II. Como la Iglesia es universal los textos originales se escriben en latín y luego se traducen. El documento toma el nombre de las dos primeras palabras de su texto, por tanto, éste se llama Gravissimus educationis. Es un texto breve, pero que incorpora otros aspectos de la educación adicionales a los que aquí transcribo. Disculpen la particular forma en que fue redactado.
La educación se propone la formación de la persona humana en orden a su fin último.
Se debe ayudar a los niños y a los adolescentes a desarrollar armónicamente sus cualidades físicas, morales e intelectuales, y a que gradualmente vayan adquiriendo un sentido más completo de la responsabilidad, lo mismo en el recto desarrollo de su vida, mediante el continuado esfuerzo, que en la adquisición progresiva de la verdadera libertad, superando los obstáculos con grandeza y constancia de ánimo.
Los niños y los adolescentes tienen derecho a que se les estimule a estimar los valores morales con conciencia recta y abrazarlos con adhesión personal, así como a conocer y amar más perfectamente a Dios.
La educación cristiana no persigue solamente la madurez de la persona humana sino que mira principalmente a que los bautizados, a medida que se van introduciendo gradualmente en el conocimiento del misterio de la salvación, se vayan haciendo cada día más conscientes del don de la fe que han recibido; que aprendan, en primer lugar en la acción litúrgica, a adorar a Dios Padre con sinceridad de espíritu, que se preparen para realizar su propia vida, conforme al hombre nuevo que son, en la justicia y en la santidad de la verdad; y que así traten de realizar en sí el tipo de varón perfecto, buscando alcanzar esa edad de plenitud que es Cristo, y colaboren en el crecimiento del cuerpo místico.
Conscientes además de su vocación, que se acostumbren a dar testimonio de la esperanza que poseen y a ayudar a que se realice la configuración cristiana del mundo, en la que los mismos valores naturales, que lleva consigo la consideración total del hombre redimido por Cristo, contribuyan al bien de la sociedad entera.
Los padres, al haber dado vida los hijos, se deben primordialmente a la educación de la prole y, en consecuencia, se deben reconocer como los primeros y principales educadores. La familia es, por lo tanto, la primera escuela de las virtudes sociales, de que todas las sociedades necesitan. Sobre todo en la familia cristiana, que en el matrimonio está enriquecida con la gracia y con el deber del sacramento, es necesario que ya desde los primeros años los hijos sean enseñados a sentir a Dios, a tratar con él y amar al prójimo conforme la fe que recibieron en el bautismo. En la familia deben sentir la primera experiencia de una sana sociedad humana y de la iglesia.
La tarea de impartir la educación, que corresponde primeramente a la familia, necesita de la ayuda de toda la sociedad, a saber, para proteger las obligaciones y los derechos de los padres y los que participan en la educación, y para prestarles ayuda conforme a su papel subsidiario, completando la obra de la educación cuando no bastan los esfuerzos de los padres y de otras instituciones, pero siempre atendiendo los deseos de los padres.
La Iglesia, como madre que es, está obligada a darle a sus hijos una educación para la que todo en su vida quede penetrado del espíritu de Cristo.
Los padres sobre quienes recae la primera obligación y el primer derecho, ambos inalienables, de educar a los hijos, es preciso que gocen de una verdadera libertad en la elección de la educación de sus hijos.
Lo característico de la educación católica es crear un ambiente que está animado por el espíritu evangélico de la libertad y de la caridad, y ayudar a los adolescentes a que, a la vez que desarrollen la propia persona, crezcan según la nueva criatura que por el bautismo han sido hechos, y a ordenar toda la cultura humana al anuncio de la salvación, de manera que el conocimiento que gradualmente van adquiriendo del mundo, de la vida y del hombre, quede iluminado por la fe.
Debe tenerse en cuenta de la diferencia de sexo y del fin propio prefijado por la divina providencia a cada sexo en la familia y en la sociedad. A medida que su edad avanza sean instruidos en una positiva y prudente educación sexual.
Transcribo entonces apartes de uno de los documentos resultado del Concilio Vaticano II. Como la Iglesia es universal los textos originales se escriben en latín y luego se traducen. El documento toma el nombre de las dos primeras palabras de su texto, por tanto, éste se llama Gravissimus educationis. Es un texto breve, pero que incorpora otros aspectos de la educación adicionales a los que aquí transcribo. Disculpen la particular forma en que fue redactado.
La educación se propone la formación de la persona humana en orden a su fin último.
Se debe ayudar a los niños y a los adolescentes a desarrollar armónicamente sus cualidades físicas, morales e intelectuales, y a que gradualmente vayan adquiriendo un sentido más completo de la responsabilidad, lo mismo en el recto desarrollo de su vida, mediante el continuado esfuerzo, que en la adquisición progresiva de la verdadera libertad, superando los obstáculos con grandeza y constancia de ánimo.
Los niños y los adolescentes tienen derecho a que se les estimule a estimar los valores morales con conciencia recta y abrazarlos con adhesión personal, así como a conocer y amar más perfectamente a Dios.
La educación cristiana no persigue solamente la madurez de la persona humana sino que mira principalmente a que los bautizados, a medida que se van introduciendo gradualmente en el conocimiento del misterio de la salvación, se vayan haciendo cada día más conscientes del don de la fe que han recibido; que aprendan, en primer lugar en la acción litúrgica, a adorar a Dios Padre con sinceridad de espíritu, que se preparen para realizar su propia vida, conforme al hombre nuevo que son, en la justicia y en la santidad de la verdad; y que así traten de realizar en sí el tipo de varón perfecto, buscando alcanzar esa edad de plenitud que es Cristo, y colaboren en el crecimiento del cuerpo místico.
Conscientes además de su vocación, que se acostumbren a dar testimonio de la esperanza que poseen y a ayudar a que se realice la configuración cristiana del mundo, en la que los mismos valores naturales, que lleva consigo la consideración total del hombre redimido por Cristo, contribuyan al bien de la sociedad entera.
Los padres, al haber dado vida los hijos, se deben primordialmente a la educación de la prole y, en consecuencia, se deben reconocer como los primeros y principales educadores. La familia es, por lo tanto, la primera escuela de las virtudes sociales, de que todas las sociedades necesitan. Sobre todo en la familia cristiana, que en el matrimonio está enriquecida con la gracia y con el deber del sacramento, es necesario que ya desde los primeros años los hijos sean enseñados a sentir a Dios, a tratar con él y amar al prójimo conforme la fe que recibieron en el bautismo. En la familia deben sentir la primera experiencia de una sana sociedad humana y de la iglesia.
La tarea de impartir la educación, que corresponde primeramente a la familia, necesita de la ayuda de toda la sociedad, a saber, para proteger las obligaciones y los derechos de los padres y los que participan en la educación, y para prestarles ayuda conforme a su papel subsidiario, completando la obra de la educación cuando no bastan los esfuerzos de los padres y de otras instituciones, pero siempre atendiendo los deseos de los padres.
La Iglesia, como madre que es, está obligada a darle a sus hijos una educación para la que todo en su vida quede penetrado del espíritu de Cristo.
Los padres sobre quienes recae la primera obligación y el primer derecho, ambos inalienables, de educar a los hijos, es preciso que gocen de una verdadera libertad en la elección de la educación de sus hijos.
Lo característico de la educación católica es crear un ambiente que está animado por el espíritu evangélico de la libertad y de la caridad, y ayudar a los adolescentes a que, a la vez que desarrollen la propia persona, crezcan según la nueva criatura que por el bautismo han sido hechos, y a ordenar toda la cultura humana al anuncio de la salvación, de manera que el conocimiento que gradualmente van adquiriendo del mundo, de la vida y del hombre, quede iluminado por la fe.
Debe tenerse en cuenta de la diferencia de sexo y del fin propio prefijado por la divina providencia a cada sexo en la familia y en la sociedad. A medida que su edad avanza sean instruidos en una positiva y prudente educación sexual.
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martes, 29 de enero de 2019
La devoción
La devoción se ha de
ejercer de diversas maneras.
En la misma creación, Dios creador mandó a las plantas que
diera cada una fruto según su propia especie: así también mandó a los
cristianos, que son como las plantas de su Iglesia viva, que cada uno diera
fruto de devoción conforme a su calidad, estado y vocación.
La devoción, insisto, se ha de ejercitar de diversas maneras,
según que se trate de una persona noble o de un obrero, de un criado o de un
príncipe, de una viuda o de una joven soltera, o bien de una mujer casada. Más
aún: la devoción de ha de practicar de un modo acomodado a las fuerzas,
negocios y ocupaciones de cada uno.
Dime, te ruego, mi Filotea, si sería lógico que los obispos
quisieran vivir entregados a la soledad, al modo de los cartujos; que los
casados no se preocuparan de aumentar su peculio más que los religiosos
capuchinos; que un obrero se pasara el día en la iglesia, como un religioso, o
que un religioso, por el contrario, estuviera continuamente absorbido, a la
manera de un obispo, por todas las circunstancias que atañen a las necesidades
del prójimo. Una tal devoción ¿por ventura no sería algo ridículo, desordenado
o inadmisible?
Es, por tanto, un error, por no decir una herejía, el
pretender excluir la devoción de los regimientos militares, del taller de los
obreros, del palacio de los príncipes, de los hogares y familias; hay que admitir,
amadísima Filotea, que la devoción puramente contemplativa, monástica y
religiosa no puede ser ejercida en estos oficios y estados; pero, además de
este triple género de devoción, existen también otros muchos y muy acomodados a
las diversas situaciones de la vida seglar.
Así pues, en cualquier situación en que nos hallemos,
debemos y podemos aspirar a la vida de perfección.
Y con todo, esta equivocación absurda es de lo más
frecuente. No ha de ser así; la devoción, en efecto, mientras sea auténtica y
sincera, nada destruye, sino que todo lo perfecciona y completa, y, si alguna
vez resulta de verdad contraria a la vocación o estado de alguien, sin duda es
porque se trata de una falsa devoción.
La abeja saca miel de las flores sin dañarlas ni destruirlas,
dejándolas tan íntegras, incontaminadas y frescas como las ha encontrado. Lo
mismo, y mejor aún, hace la verdadera devoción: ella no destruye ninguna clase
de vocación o de ocupaciones, sino que las adorna y embellece.
Del mismo modo que algunas piedras preciosas bañadas en miel
se vuelven más fúlgidas y brillantes, sin perder su propio color, así también
el que a su propia vocación junta la devoción se hace más agradable a Dios y
más perfecto. Esta devoción hace que sea mucho más apacible el cuidado de la
familia, que el amor mutuo entre marido y mujer sea más sincero, que la
sumisión debida a los gobernantes sea más leal, y que todas las ocupaciones, de
cualquier clase que sean, resulten más llevaderas y hechas con más perfección.
De la introducción a la vida devota de san Francisco de Sales,
obispo, (parte 1, capítulo 3).
martes, 22 de enero de 2019
Desarrollo o corrupción
El Prefecto Emérito de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el Cardenal alemán Gerhard Müller, explicó que un “cambio de paradigma” en la doctrina católica no es desarrollo sino corrupción.
Así lo indicó el Cardenal en un ensayo publicado el 20 de febrero en la revista estadounidense First Things, con el título “Development or corruption?”.
En el texto el Cardenal explicó que el intento de algunos de modificar la doctrina católica para promover su agenda es contrario a los mandamientos, y denunció que quien alienta un cambio de la enseñanza de la Iglesia en la teología moral, como si fuera una “decisión de conciencia digna de alabanza”, en realidad “habla contra la fe católica”.
En su opinión, un “cambio de paradigma” en la doctrina, es decir “un cambio fundamental en las formas teóricas del pensamiento y la conducta social” respecto a la “presencia de la Iglesia en el mundo”, simplemente no es posible porque “Jesucristo es el mismo ayer, hoy y siempre”, como afirma el libro de los Hebreos en la Biblia.
Esto último, precisó, “es nuestro paradigma, que no se cambiará por ningún otro”.
Por ello, “un cambio de paradigma, por medio del cual la Iglesia tome los criterios de la sociedad moderna para ser asimilados, no constituye un desarrollo sino que es corrupción”.
El Cardenal alemán explicó también que el Papa y los obispos tienen el deber de preservar la unidad de la fe y evitar la polarización. Por ello, es también un deber de conciencia corregir cuando las palabras “cambio pastoral” son usadas por algunos para “promover su agenda que se aleja de la enseñanza de la Iglesia, como si la doctrina fuera un obstáculo para la atención pastoral”.
En su ensayo, el Purpurado se refirió al concepto del “desarrollo de la doctrina” en la Iglesia, según lo explicaba el Beato John Henry Newman, y su relación con el debate sobre la interpretación de la exhortación apostólica Amoris Laetitia que el Papa Francisco publicó en 2016.
El Cardenal recordó que el capítulo ocho de la exhortación “ha sido objeto de interpretaciones contradictorias”, y alertó que cuando se habla en este contexto de un “cambio de paradigma”, en realidad parece que se propone “una recaída en una forma modernista y subjetivista de interpretar la fe católica”.
En la fe católica, continuó el Prefecto Emérito, “el método adecuado para interpretar la revelación requiere el trabajo conjunto de tres principios que son: la Sagrada Escritura, la Tradición Apostólica y la Sucesión Apostólica de los obispos católicos”.
La Reforma protestante, continuó, es un ejemplo en la historia sobre cómo funcionan las cosas cuando se introduce un nuevo principio formal, en este caso el de considerar sólo las Escrituras.
“Este nuevo principio hizo que la doctrina católica de la fe, como se desarrolló hasta el siglo XVI, cambiara radicalmente”. Así, precisó, “la comprensión fundamental del cristianismo se convirtió en algo completamente diferente”.
El Cardenal Müller también se refirió a la recepción de la Eucaristía por parte de los divorciados en nueva unión y dijo que no se puede olvidar la enseñanza de San Juan Pablo II, que en su exhortación apostólica Familiaris Consortio de 1981 señaló que “los divorciados que viven en nueva unión deben decidir si viven en continencia o, de otro modo, abstenerse de recibir los sacramentos”.
El Prefecto Emérito de la Congregación para la Doctrina de la Fe también dijo que “cuando los cardenales, los obispos, los sacerdotes y los laicos le piden al Papa una clarificación sobre el tema, lo que en realidad piden no es una aclaración de la opinión del Papa, sino claridad sobre la continuidad de la enseñanza del Papa en la Amoris Laetitia con el resto de la tradición”.
Hablando sobre las distintas declaraciones y opiniones de los obispos y las conferencias episcopales, el Cardenal alemán indicó que para que los prelados sean ortodoxos, “no es suficiente con que declaren su conformidad con las que se presumen son las intenciones del Papa” en la Amoris Laetitia.
“Solo serán ortodoxos si están de acuerdo con las palabras de Cristo preservadas en el depósito de la fe”, subrayó el Cardenal Müller.
Traducido y adaptado por Walter Sánchez Silva. Publicado originalmente en CNA
Así lo indicó el Cardenal en un ensayo publicado el 20 de febrero en la revista estadounidense First Things, con el título “Development or corruption?”.
En el texto el Cardenal explicó que el intento de algunos de modificar la doctrina católica para promover su agenda es contrario a los mandamientos, y denunció que quien alienta un cambio de la enseñanza de la Iglesia en la teología moral, como si fuera una “decisión de conciencia digna de alabanza”, en realidad “habla contra la fe católica”.
En su opinión, un “cambio de paradigma” en la doctrina, es decir “un cambio fundamental en las formas teóricas del pensamiento y la conducta social” respecto a la “presencia de la Iglesia en el mundo”, simplemente no es posible porque “Jesucristo es el mismo ayer, hoy y siempre”, como afirma el libro de los Hebreos en la Biblia.
Esto último, precisó, “es nuestro paradigma, que no se cambiará por ningún otro”.
Por ello, “un cambio de paradigma, por medio del cual la Iglesia tome los criterios de la sociedad moderna para ser asimilados, no constituye un desarrollo sino que es corrupción”.
El Cardenal alemán explicó también que el Papa y los obispos tienen el deber de preservar la unidad de la fe y evitar la polarización. Por ello, es también un deber de conciencia corregir cuando las palabras “cambio pastoral” son usadas por algunos para “promover su agenda que se aleja de la enseñanza de la Iglesia, como si la doctrina fuera un obstáculo para la atención pastoral”.
En su ensayo, el Purpurado se refirió al concepto del “desarrollo de la doctrina” en la Iglesia, según lo explicaba el Beato John Henry Newman, y su relación con el debate sobre la interpretación de la exhortación apostólica Amoris Laetitia que el Papa Francisco publicó en 2016.
El Cardenal recordó que el capítulo ocho de la exhortación “ha sido objeto de interpretaciones contradictorias”, y alertó que cuando se habla en este contexto de un “cambio de paradigma”, en realidad parece que se propone “una recaída en una forma modernista y subjetivista de interpretar la fe católica”.
En la fe católica, continuó el Prefecto Emérito, “el método adecuado para interpretar la revelación requiere el trabajo conjunto de tres principios que son: la Sagrada Escritura, la Tradición Apostólica y la Sucesión Apostólica de los obispos católicos”.
La Reforma protestante, continuó, es un ejemplo en la historia sobre cómo funcionan las cosas cuando se introduce un nuevo principio formal, en este caso el de considerar sólo las Escrituras.
“Este nuevo principio hizo que la doctrina católica de la fe, como se desarrolló hasta el siglo XVI, cambiara radicalmente”. Así, precisó, “la comprensión fundamental del cristianismo se convirtió en algo completamente diferente”.
El Cardenal Müller también se refirió a la recepción de la Eucaristía por parte de los divorciados en nueva unión y dijo que no se puede olvidar la enseñanza de San Juan Pablo II, que en su exhortación apostólica Familiaris Consortio de 1981 señaló que “los divorciados que viven en nueva unión deben decidir si viven en continencia o, de otro modo, abstenerse de recibir los sacramentos”.
El Prefecto Emérito de la Congregación para la Doctrina de la Fe también dijo que “cuando los cardenales, los obispos, los sacerdotes y los laicos le piden al Papa una clarificación sobre el tema, lo que en realidad piden no es una aclaración de la opinión del Papa, sino claridad sobre la continuidad de la enseñanza del Papa en la Amoris Laetitia con el resto de la tradición”.
Hablando sobre las distintas declaraciones y opiniones de los obispos y las conferencias episcopales, el Cardenal alemán indicó que para que los prelados sean ortodoxos, “no es suficiente con que declaren su conformidad con las que se presumen son las intenciones del Papa” en la Amoris Laetitia.
“Solo serán ortodoxos si están de acuerdo con las palabras de Cristo preservadas en el depósito de la fe”, subrayó el Cardenal Müller.
Traducido y adaptado por Walter Sánchez Silva. Publicado originalmente en CNA
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martes, 15 de enero de 2019
Patrimonio cultural de Europa.
Europa está en una crisis moral importante. Encontré tres citas que hacer referencia al tema. Las transcribo:
Defender la propia identidad va en contra de la corrección política y el pensamiento dominante en Europa occidental, donde se favorece la identidad de los otros y no la propia, lo cual es una doctrina suicida, de la sumisión como dice el novelista francés Michel Houellebecq; pero es la ideología dominante, por eso ha generado una gran contradicción respecto a los intereses del propio Occidente.
Stanley Payne, historiador.
… el catolicismo es la cultura de Europa y por efectos de la Reforma, Europa fue herida, y no sólo herida, sino desmembrada y lanzada sobre el sendero que la ha conducido a su actual peligro de disolución.
“Cómo aconteció la Reforma”. Hilarie Belloc. Emece, 1945. Escrito en 1928.
A este punto, debería venir en nuestra ayuda el patrimonio cultural de Europa. Sobre la base de la convicción de la existencia de un Dios creador, se ha desarrollado el concepto de los derechos humanos, la idea de la igualdad de todos los hombres ante la ley, la conciencia de la inviolabilidad de la dignidad humana de cada persona y el reconocimiento de la responsabilidad de los hombres por su conducta. Estos conocimientos de la razón constituyen nuestra memoria cultural. Ignorarla o considerarla como mero pasado sería una amputación de nuestra cultura en su conjunto y la privaría de su integridad. La cultura de Europa nació del encuentro entre Jerusalén, Atenas y Roma; del encuentro entre la fe en el Dios de Israel, la razón filosófica de los griegos y el pensamiento jurídico de Roma. Este triple encuentro configura la íntima identidad de Europa. Con la certeza de la responsabilidad del hombre ante Dios y reconociendo la dignidad inviolable del hombre, de cada hombre, este encuentro ha fijado los criterios del derecho; defenderlos es nuestro deber en este momento histórico.
Benedicto XVI ante el Parlamento Federal de Alemania en el viaje apostólico de septiembre de 2011.
Defender la propia identidad va en contra de la corrección política y el pensamiento dominante en Europa occidental, donde se favorece la identidad de los otros y no la propia, lo cual es una doctrina suicida, de la sumisión como dice el novelista francés Michel Houellebecq; pero es la ideología dominante, por eso ha generado una gran contradicción respecto a los intereses del propio Occidente.
Stanley Payne, historiador.
… el catolicismo es la cultura de Europa y por efectos de la Reforma, Europa fue herida, y no sólo herida, sino desmembrada y lanzada sobre el sendero que la ha conducido a su actual peligro de disolución.
“Cómo aconteció la Reforma”. Hilarie Belloc. Emece, 1945. Escrito en 1928.
A este punto, debería venir en nuestra ayuda el patrimonio cultural de Europa. Sobre la base de la convicción de la existencia de un Dios creador, se ha desarrollado el concepto de los derechos humanos, la idea de la igualdad de todos los hombres ante la ley, la conciencia de la inviolabilidad de la dignidad humana de cada persona y el reconocimiento de la responsabilidad de los hombres por su conducta. Estos conocimientos de la razón constituyen nuestra memoria cultural. Ignorarla o considerarla como mero pasado sería una amputación de nuestra cultura en su conjunto y la privaría de su integridad. La cultura de Europa nació del encuentro entre Jerusalén, Atenas y Roma; del encuentro entre la fe en el Dios de Israel, la razón filosófica de los griegos y el pensamiento jurídico de Roma. Este triple encuentro configura la íntima identidad de Europa. Con la certeza de la responsabilidad del hombre ante Dios y reconociendo la dignidad inviolable del hombre, de cada hombre, este encuentro ha fijado los criterios del derecho; defenderlos es nuestro deber en este momento histórico.
Benedicto XVI ante el Parlamento Federal de Alemania en el viaje apostólico de septiembre de 2011.
martes, 8 de enero de 2019
Aborto
A través de una publicación, el consorcio
de médicos católicos de Argentina denunció que se manipula el lenguaje al
decir que el aborto es legal, un acto médico, un acto justo, un procedimiento seguro o que es gratuito.
Afirmaron que el aborto no es
legal, porque el ordenamiento jurídico argentino, en su misma Constitución,
protege a la persona humana desde su concepción.
No es seguro en forma absoluta, porque
ninguna práctica instrumental de la realización de un aborto que implica un procedimiento quirúrgico invasivo y
cruento carece de riesgos. Es un procedimiento que con respecto al
ser humano en la etapa gestacional lo mata y que incluso puede llegar a tener
consecuencias graves para la salud y hasta la vida de la madre, explicaron.
En cuanto a la gratuidad no existe como
tal, ya que los recursos económicos serían aportados por el Estado y resultarían
del aporte de los ciudadanos. Esto significaría que el Estado es participe
necesario y destinaría fondos públicos a la eliminación de vidas humanas
inocentes.
sábado, 5 de enero de 2019
Dios o nada
Hoy transcribo algunas frases escritas por el Cardenal Robert Sarah, en su libro Dios o nada.
"Durante esos dos años pude constatar cuánto fue capaz de sufrir Guinea bajo un régimen dictatorial que no le ofrecía ningún futuro. La mentira y la violencia eran las armas preferidas de un sistema basado en una ideología marxista destructiva. La economía del país se había hundido y los habitantes de las ciudades padecían una pobreza extrema."… “ Séku Turé, obsesionado por la realización de su plan mesiánico, iba cayendo en una creciente paranoia que le llevaba a ver por todas partes enemigos de la revolución que tramaban su perdición. Guinea estaba herida, asolada y destruida. Hasta su alma se estaba reduciendo como una flor marchita”.
“En general, las medidas más importantes de los gobiernos revolucionarios afectan siempre a la familia. Por eso, durante los cinco primeros años de mi episcopado dediqué todas mis cartas pastorales a la defensa de la familia cristiana."
"Yo, personalmente, he conocido el comunismo de Guinea, tan lleno de generosas promesas. Amparándose en excusas tramposas, condujo a la muerte a multitud de compatriotas míos."
"Hoy día se utilizan los medios de comunicación, la demagogia, los métodos de control mental y todo tipo de procedimientos para engañar a la opinión pública y manipular las almas, lo que representa una violación colectiva de las conciencias y una grave confiscación de las libertades y el pensamiento."
"El vagabundeo espiritual viene dado también por el ambiente relativista. A merced de modas pasajeras sin raíces espirituales, sin el alimento de la oración, cualquier cristiano está en peligro."
"La ideología de género transmite una burda mentira, ya que niega la realidad del ser humano como hombre y mujer. Los grupos de presión y los movimientos feministas la promueven violentamente y se ha transformado en una lucha contra el orden social y sus valores. Su objetivo no se detiene solo en la deconstrucción del sujeto: su principal interés es la deconstrucción del orden social. Se trata de sembrar la duda sobre la legitimidad de las normas sociales e introducir una sospecha en cuanto al modelo de heterosexualidad"
"Las ideologías embrutecen, aplastan y destruyen a los hombres, porque no están intrínsecamente orientadas al beneficio suyo."
"Ya no sabemos qué es el hombre, porque se ha apartado de su creador.”
"Debemos ser precisos cuando elegimos las palabras. El lenguaje de la ONU y de sus agencias, que quieren eliminar la pobreza confundiéndola con la miseria, no es el de la Iglesia de Cristo. ¡El Hijo de Dios no ha venido a hablar de los pobres con eslóganes ideológicos! La Iglesia debe desterrar los eslóganes de su lenguaje. Porque han embrutecido y destruido a los pueblos cuya conciencia intentaba seguir siendo libre."… "Cerrar los ojos es faltar a la caridad. Callar ante las palabras y los eslóganes capciosos es faltar a la caridad."
"El igualitarismo es una ideología que se desarrolla sobre el olvido de lo religioso."
"La ideología está por naturaleza desconectada de la realidad y es necesariamente fuente de división, pues no puede traer consigo una adhesión duradera entre hombres que, para bien o para mal, siempre estarán anclados en lo real."
"Pretender ayudar a quienes están en la miseria sin promover su libertad y su responsabilidad no hace sino acentuar las necesidades de la población."
"El relativismo moderno llega incluso a pretender ser la encarnación de la libertad."
"Durante esos dos años pude constatar cuánto fue capaz de sufrir Guinea bajo un régimen dictatorial que no le ofrecía ningún futuro. La mentira y la violencia eran las armas preferidas de un sistema basado en una ideología marxista destructiva. La economía del país se había hundido y los habitantes de las ciudades padecían una pobreza extrema."… “ Séku Turé, obsesionado por la realización de su plan mesiánico, iba cayendo en una creciente paranoia que le llevaba a ver por todas partes enemigos de la revolución que tramaban su perdición. Guinea estaba herida, asolada y destruida. Hasta su alma se estaba reduciendo como una flor marchita”.
“En general, las medidas más importantes de los gobiernos revolucionarios afectan siempre a la familia. Por eso, durante los cinco primeros años de mi episcopado dediqué todas mis cartas pastorales a la defensa de la familia cristiana."
"Yo, personalmente, he conocido el comunismo de Guinea, tan lleno de generosas promesas. Amparándose en excusas tramposas, condujo a la muerte a multitud de compatriotas míos."
"Hoy día se utilizan los medios de comunicación, la demagogia, los métodos de control mental y todo tipo de procedimientos para engañar a la opinión pública y manipular las almas, lo que representa una violación colectiva de las conciencias y una grave confiscación de las libertades y el pensamiento."
"El vagabundeo espiritual viene dado también por el ambiente relativista. A merced de modas pasajeras sin raíces espirituales, sin el alimento de la oración, cualquier cristiano está en peligro."
"La ideología de género transmite una burda mentira, ya que niega la realidad del ser humano como hombre y mujer. Los grupos de presión y los movimientos feministas la promueven violentamente y se ha transformado en una lucha contra el orden social y sus valores. Su objetivo no se detiene solo en la deconstrucción del sujeto: su principal interés es la deconstrucción del orden social. Se trata de sembrar la duda sobre la legitimidad de las normas sociales e introducir una sospecha en cuanto al modelo de heterosexualidad"
"Las ideologías embrutecen, aplastan y destruyen a los hombres, porque no están intrínsecamente orientadas al beneficio suyo."
"Ya no sabemos qué es el hombre, porque se ha apartado de su creador.”
"Debemos ser precisos cuando elegimos las palabras. El lenguaje de la ONU y de sus agencias, que quieren eliminar la pobreza confundiéndola con la miseria, no es el de la Iglesia de Cristo. ¡El Hijo de Dios no ha venido a hablar de los pobres con eslóganes ideológicos! La Iglesia debe desterrar los eslóganes de su lenguaje. Porque han embrutecido y destruido a los pueblos cuya conciencia intentaba seguir siendo libre."… "Cerrar los ojos es faltar a la caridad. Callar ante las palabras y los eslóganes capciosos es faltar a la caridad."
"El igualitarismo es una ideología que se desarrolla sobre el olvido de lo religioso."
"La ideología está por naturaleza desconectada de la realidad y es necesariamente fuente de división, pues no puede traer consigo una adhesión duradera entre hombres que, para bien o para mal, siempre estarán anclados en lo real."
"Pretender ayudar a quienes están en la miseria sin promover su libertad y su responsabilidad no hace sino acentuar las necesidades de la población."
"El relativismo moderno llega incluso a pretender ser la encarnación de la libertad."
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